
Las tensiones en Venezuela volvieron a intensificarse luego de que Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, emitiera una amenaza pública contra la dirigente opositora María Corina Machado. En un discurso transmitido por la televisión estatal, el también ministro de Interior y Justicia respondió a las declaraciones de Machado, quien respaldó las operaciones antinarcóticos encabezadas por Estados Unidos en aguas del Caribe.
Cabello afirmó que esas acciones no solo afectan al gobierno de Nicolás Maduro, sino que también tendrían consecuencias directas para la oposición. Sus palabras, cargadas de un tono amenazante, fueron claras: “Si a nosotros nos aprietan, nosotros la apretamos a ella”. La frase fue interpretada como un aviso de posibles represalias hacia Machado por su alineamiento con la presión internacional.
La oposición había visto en las recientes operaciones antinarcóticos una señal de debilitamiento del régimen, y Machado no dudó en expresar su respaldo. Sin embargo, esa postura desató la furia de Cabello, quien advirtió que no tolerarán que se combine presión externa con apoyo interno de sus adversarios. El mensaje fue transmitido en el programa televisivo que lidera semanalmente, espacio desde donde suele fijar las líneas políticas del chavismo.
Para amplios sectores opositores, la advertencia no solo es un ataque personal a Machado, sino un recordatorio del poder de intimidación que mantiene el oficialismo. La figura de Cabello, asociada a los sectores más duros del chavismo, reafirma con estas palabras su disposición a aplicar medidas represivas contra cualquier opositor que respalde la presión internacional.
Las declaraciones provocaron rápidas respuestas en el entorno opositor, que denunció un nuevo intento de amedrentamiento. Aliados de Machado calificaron la amenaza como un intento de silenciar las voces críticas justo en un momento en que el país se encuentra bajo escrutinio internacional. También recordaron que el chavismo ha usado de manera recurrente el aparato judicial y de seguridad para perseguir a sus adversarios.
A nivel internacional, organizaciones de derechos humanos alertaron sobre la gravedad del discurso de Cabello. Para estas entidades, se trata de una muestra del deterioro de las libertades en Venezuela y de la utilización del lenguaje oficial para justificar acciones represivas. Aunque la comunidad internacional se mantiene expectante, el mensaje lanzado desde Caracas fue interpretado como una señal de escalada autoritaria.
María Corina Machado, que en los últimos años ha consolidado su liderazgo dentro de la oposición, se ha convertido en un blanco constante del chavismo. Su respaldo a la presión externa y su discurso de ruptura con el régimen la han colocado en una posición de alto riesgo. La amenaza de Cabello refuerza la percepción de que el gobierno no solo busca neutralizarla políticamente, sino también intimidarla en el terreno personal.
La dirigente, sin embargo, ha reiterado en varias ocasiones que no se dejará intimidar. Su estrategia pasa por mantener el apoyo internacional como contrapeso a la maquinaria del chavismo, aun cuando ello incremente la presión en su contra. La advertencia de Cabello, lejos de desmovilizarla, parece reforzar la narrativa de que en Venezuela no existen condiciones democráticas.
Las palabras de Cabello pueden tener un efecto contraproducente para el gobierno. Mientras buscan mostrarse firmes frente a la injerencia extranjera, este tipo de amenazas evidencian un temor interno al avance opositor. De cara a la opinión pública internacional, la declaración refuerza la imagen de un chavismo intolerante y dispuesto a recurrir a la intimidación como herramienta política.
En el plano interno, la amenaza también podría endurecer la postura de la oposición, que se siente legitimada para denunciar la falta de garantías. En un escenario de tensión creciente, el chavismo se arriesga a quedar aún más aislado, lo que incrementaría la dependencia del respaldo de sus aliados internacionales, como Rusia, Irán o China.
Este bandido, cobarde y bufón, amenaza a María Corina de muerte.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) September 4, 2025
Rechazamos que nuestras Fuerzas Armadas vayan a la Zona Binacional, pretexto para defender a la dictadura terrorista de Maduro. pic.twitter.com/BbO6gLPCJV
La advertencia de Diosdado Cabello contra María Corina Machado no es un hecho aislado, sino un reflejo de la lógica de confrontación que caracteriza al chavismo. La estrategia de amenazar a figuras opositoras busca desincentivar el apoyo a las presiones internacionales, pero también revela la vulnerabilidad del régimen ante la creciente articulación opositora.
La probabilidad de que estas amenazas se traduzcan en acciones concretas es alta, dado el historial de persecuciones en Venezuela. Sin embargo, también es probable que generen mayor solidaridad hacia Machado en el plano internacional, incrementando el costo político para el chavismo y fortaleciendo la narrativa de resistencia opositora.