
La Justicia federal de Tierra del Fuego suspendió por 30 días la resolución del Gobierno nacional que habilitaba el ingreso de carne con hueso a la Patagonia. La medida cautelar restituye de manera inmediata la histórica barrera sanitaria de la región.
La decisión fue adoptada por el Juzgado Federal de Río Grande, a cargo de la jueza Mariel Borruto, quien dio lugar al reclamo de la Asociación Rural de Tierra del Fuego. El planteo se dirigió contra el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), organismo que había dictado la Resolución 460/2025.
Como se recordará, la normativa permitía el ingreso de carnes con y sin hueso, productos cárnicos y material reproductivo, desde las zonas libres de fiebre aftosa con vacunación hacia las áreas del país que mantienen un estatus libre de la enfermedad sin vacunación.
El fallo judicial resolvió “hacer lugar a la medida cautelar solicitada por la Asociación Rural de Tierra del Fuego contra el SENASA y en consecuencia suspender los efectos de la Resolución 460/2025”.
Borruto argumentó que la norma cuestionada carece de fundamentación suficiente y que su aplicación podría comprometer el estatus sanitario diferencial de la Patagonia, con riesgos de carácter económico, social y ambiental. La rural fueguina sostuvo en su presentación que la decisión oficial ponía en peligro décadas de trabajo conjunto entre el sector público y privado, además de afectar el acceso a mercados internacionales.
Por su parte, el SENASA defendió la resolución, indicando que buscaba armonizar con estándares internacionales y negando que existiera un riesgo sanitario para la región.
El avance de esta normativa generó desde un principio críticas de los gobernadores patagónicos y de los productores de la región. Frente a ese escenario, el Gobierno convocó a una mesa de diálogo y dispuso una suspensión de tres meses. Cumplido ese plazo, la medida se prorrogó por dos meses adicionales. Sin embargo, a mitad de la prórroga, el SENASA avanzó con una nueva propuesta que buscaba reemplazar la normativa previa.
Esa iniciativa se presentó como avalada por organismos sanitarios de Chile y la Unión Europea. No obstante, una vez en marcha, esas instituciones manifestaron su desacuerdo e incluso Chile suspendió las importaciones de carne argentina, lo que fue considerado por la Justicia en su resolución cautelar.
Hasta la publicación de la Resolución 460, el ingreso de carne con hueso a la Patagonia estaba prohibido. La flexibilización habilitaba únicamente cortes con hueso plano, como asado de costilla y falda, desde las zonas centro y norte del país hacia el sur del río Colorado.
El SENASA había sostenido que esta modificación no tendría impacto negativo en la producción local ni en el acceso a mercados internacionales. Sin embargo, productores y asociaciones rurales del sur del país presentaron recursos administrativos y amparos judiciales en distintas provincias para revertir la medida.
La cautelar dictada en Tierra del Fuego se suma a esos reclamos y, por ahora, mantiene la vigencia de la barrera sanitaria que separa a las zonas libres de aftosa con vacunación de aquellas que no vacunan. La continuidad de esta medida dependerá de lo que se resuelva en la instancia judicial de fondo.
La decisión de llevar a la ganadería argentina a un estatus de libre de aftosa sin vacunación divide las aguas en el campo. Tras las declaraciones de la Sociedad Rural Argentina (SRA) sobre la posibilidad de dejar de vacunar en todo el país y presentar algunas ideas para avanzar en este sentido, desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) cuestionaron esta postura.
“CARBAP sostiene que cualquier decisión vinculada con el camino hacia el objetivo de dejar de vacunar contra la Fiebre Aftosa debe ser exclusivamente sanitaria y técnica, nunca política”, remarcaron.
Desde la entidad presidida por Ignacio Kovarsky remarcaron que “la historia demuestra que fue gracias al trabajo conjunto, coordinado y sostenido entre el Estado y los privados a través de los entes sanitarios regionales, y al enorme esfuerzo de miles de productores y veterinarios, que la enfermedad pudo ser erradicada en la Argentina”.