
Por segunda vez en su historia, Chile será anfitrión del Mundial Sub-20 de la FIFA a partir del 27 de septiembre, en un evento que requirió una gran inversión económica por un valor estimado de 42 millones de dólares y un retorno que, más que financiero, será simbólico.
Para Chile, el anuncio de FIFA, a finales de 2023, de su elección como sede fue una especie de premio consuelo, tras ser eliminado del plan del Mundial 2030 -en el que estuvo incluido con Uruguay, Argentina y Paraguay- para el centenario de la primera Copa del Mundo, que se hizo en América.
La idea de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA en América del Sur dentro de cinco años fracasó al ser adjudicado a España, Portugal y Marruecos, mientras que Argentina y Uruguay fueron compensados con partidos inaugurales de homenaje, el país austral se quedó sin nada.
El monto se dividió en dos: la FIFA que invirtió cerca de 25 millones de dólares en la logística del que es su segundo evento más importante después de la Copa del Mundo, y el Comité Organizador Local (COL), cuya principal fuente de aporte es el Estado chileno, que desembolsó alrededor de 17 millones de dólares.
Los costos de un Mundial Sub-20, son variables. Se estima que el más reciente en Argentina 2023 demandó cerca de 40 millones de dólares, mientras que Polonia 2019 alcanzó los 80 millones, lo que deja a Chile con una cifra eficiente.
El Mundial se reparte en cuatro ciudades sedes, una medida que también se empleó hace dos años, y que dejó a la capital Santiago, Valparaíso, Rancagua y Talca como las escogidas en la zona central del país austral.
El director del Instituto Nacional del Deporte (IND), Israel Castro, explicó a EFE que lo consideran un elemento diferenciador para Chile como país: “en otros eventos hemos rescatado de la experiencia de deportistas y delegaciones como una valoración positiva el poder utilizar el tren y el metro para llegar a las sedes”.
Dentro de la inversión a cargo del Estado chileno, la remodelación de los estadios representó la mayor parte con alrededor de 13,6 millones de dólares en la mejora de la iluminación, camarines, tribunas, pantallas, sistemas de megafonía y accesos.