
Las elecciones de este domingo en la provincia de Buenos Aires definirán la nueva composición en la Legislatura bonaerense.
Con el estallido de Juntos por el Cambio, las divisiones de quienes ingresaron por la lista de La Libertad Avanza en 2023 y la interna del peronismo, ambas cámaras enfrentan un escenario de máxima fragmentación. No es sencillo arribar a acuerdos.
Por lo pronto, la actividad legislativa ha mermado considerablemente los últimos meses, algo habitual en los años electorales.
La Cámara de Diputados bonaerense, por ejemplo, solo tuvo cuatro sesiones ordinarias este año. La última fue el 12 de mayo. Es decir, los legisladores llevan casi cuatro meses sin sesionar. Encima, las últimas sesiones giraron en torno a temas de índole electoral, como la suspensión de las PASO y el calendario de presentación de las listas y alianzas. Rosca interna.
El panorama en el Senado no fue muy distinto. También hubo cuatro sesiones ordinarias. La última se remonta al 24 de junio, que terminó con el polémico desempate de Verónica Magario sobre las reelecciones indefinidas de los legisladores.
Hay otra cuenta pendiente muy importante en la Legislatura bonaerense: la aprobación del presupuesto y la ley impositiva-fiscal. Axel Kicillof lleva dos años consecutivos gestionando con el presupuesto prorrogado, igual que Javier Milei. Será un cierre de año bastante más cargado que la parálisis legislativa actual.
FA