
La causa que sacudió a Jujuy sigue sumando capítulos oscuros. A un mes del inicio formal del expediente, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmó que amplió la imputación contra Matías Jurado, señalado como presunto asesino serial, y pidió una prórroga en su prisión preventiva en el Penal de Gorriti.
La decisión llegó luego de que las pericias de ADN confirmaran la identidad de dos nuevas víctimas vinculadas al caso y de que se estableciera la necesidad de sostener medidas excepcionales de custodia en la vivienda del imputado, conocida ya como “la casa del horror”.
El avance se apoya en un extenso trabajo de campo: en apenas cuatro semanas se realizaron más de cien entrevistas, se analizaron alrededor de cien cámaras de seguridad y se recolectaron más de doscientas muestras para peritajes científicos. La magnitud del caso obligó a la intervención de especialistas de distintas provincias, entre ellas Buenos Aires, Salta y Catamarca, lo que refleja el alcance nacional de la pesquisa.
Las pruebas genéticas marcaron un punto de quiebre. Según detalló la bioquímica Ramella, de las 61 muestras recientemente analizadas, 24 arrojaron resultados positivos para sangre humana, publica el sitio Todo Jujuy. Los perfiles obtenidos permitieron identificar a Miguel Ángel Quispe y Juan Ponce, desaparecidos tiempo atrás y ahora confirmados como víctimas de Jurado. Con ellos, ascienden a cuatro las coincidencias positivas en el marco de la causa, dado que ya se habían acreditado los homicidios de Néstor Anachuri y Sergio Alejandro Sosa.
El fiscal Beller explicó que el hallazgo de estos nuevos perfiles genéticos obliga a ampliar la imputación contra Jurado, quien ya enfrentó dos audiencias anteriores. Ahora se le atribuyen cuatro homicidios agravados, con la posibilidad de que surjan más cargos a medida que se procesen las pruebas pendientes. En este sentido, aún restan cotejar dos perfiles sin correspondencia, lo que mantiene abierta la posibilidad de encontrar más víctimas.
La casa donde residía el acusado continúa bajo vigilancia permanente, decisión que responde tanto a la preservación de pruebas como a la seguridad del barrio. El lugar, que se transformó en escenario central de los hallazgos, sigue siendo custodiado por efectivos policiales a disposición del MPA. “La medida se mantendrá el tiempo que sea necesario, hasta agotar todas las instancias de análisis”, remarcaron desde la Fiscalía.
En paralelo, se dispuso el resguardo del sobrino de Jurado, menor de edad, bajo la órbita de la Dirección de Niñez y Adolescencia. El adolescente recibe acompañamiento familiar y asistencia estatal, en el marco de un protocolo diseñado para protegerlo del impacto del proceso judicial.
El fiscal Beller subrayó además la relevancia del acompañamiento a las familias de las víctimas, quienes cuentan con el apoyo del Centro de Atención a la Víctima. “El objetivo es garantizar que reciban contención permanente en un proceso tan doloroso como complejo”, señaló. Al mismo tiempo, las autoridades insistieron en la importancia de la colaboración ciudadana: cualquier información puede ser clave para esclarecer la trama que rodea a Jurado.