
Marcelo Da Rosa, expareja y principal sospechoso por el femicidio de Marisa Cuñha, de 47 años, fue finalmente capturado por las autoridades. El hombre, de 53 años, se encontraba en el barrio 51 Viviendas tras un operativo de inteligencia de la Policía de Misiones que culminó con su captura mientras realizaba compras en un comercio.
La investigación se había intensificado desde el jueves pasado, día en que el cuerpo de Cuñha fue hallado sin vida en la vivienda familiar del barrio Ceferino, en la localidad de San Vicente. Desde entonces, se desplegaron amplios rastrillajes en zonas rurales y urbanas, con el apoyo de drones, patrullajes y controles viales en puntos estratégicos.
Finalmente, las pistas reunidas llevaron a los efectivos del Comando Radioeléctrico a acorralar al prófugo, que se desplazaba en un automóvil Toyota Corolla, vehículo que también fue incautado.
Da Rosa reconoció el asesinato a su propio hijo mayor. Según reconstruyó la familia, el joven encontró un bulto sospechoso dentro de una bolsa negra en el depósito de la casa y, en estado de confusión, llamó a su padre creyendo que se trataba de su hermano. La respuesta del acusado fue lapidaria: “Es tu mamá, yo la maté de dos tiros”.
No conforme con esa confesión, Da Rosa le habría pedido al joven que lo ayudara a cargar el cuerpo en el auto para enterrarlo. Ante la negativa y el shock del muchacho, el hombre huyó llevándose dinero y pertenencias, iniciando así una fuga que mantuvo en vilo a toda la región hasta su captura.
Las hermanas de Marisa relataron que la mujer había sufrido años de violencia psicológica y amenazas de muerte. Aunque hacía apenas tres semanas se habían separado legalmente, aún compartían la misma vivienda mientras resolvían la división de bienes. “Siempre nos decía que él era un psicópata, que la iba a matar. Le insistimos para que se fuera, pero no lo hizo”, contó Rafaela, una de las hermanas de la víctima.
Incluso, días antes del asesinato, Marisa le había confesado que Da Rosa intentó envenenarla ofreciéndole un mate que le provocó mareos y un prolongado malestar.
El caso, que conmociona a Misiones, quedó bajo investigación del Juzgado de Instrucción N° 3 de San Vicente, a cargo del juez Gerardo Casco.