Escaladores protestan para evitar la demolición de la palestra de roca

Un grupo de escaladores se movilizó este fin de semana en Av. Libertador y Crisólogo Larralde para denunciar la inminente demolición de la única palestra de escalada de roca de la Ciudad. El espacio, ubicado en el predio del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD), está en peligro debido a una obra del Gobierno porteño y la empresa AUSA, que busca ampliar el acceso automovilístico al puente Labruna, en el barrio de Núñez.

Luego de la manifestación, los escaladores marcharon hacia el puente sobre Av. Lugones, repartiendo folletos a los vecinos para concientizar sobre la situación. Aseguran que la palestra es "irremplazable", ya que no existe otro lugar alternativo para la práctica de esta actividad en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires).

A principios de este año, el Centro Andino Buenos Aires, un club que administra el lugar, interpuso un recurso de amparo ante la Justicia para frenar la demolición. El juez Darío Reynoso consideró que el club estaba legitimado para actuar en defensa de esta instalación y le ordenó al Gobierno de la Ciudad y a la empresa AUSA "suspender todo trabajo sobre la Palestra Nacional de Andinismo".

Aunque el magistrado convocó a una audiencia de partes para conciliar posiciones, los escaladores afirman que no hubo avances significativos. La propuesta del Gobierno de construir una nueva palestra en un predio de Villa Soldati no tiene plazos ni licitaciones, mientras que la demolición de la actual parece estar cada vez más cerca.

El equipo legal del Centro Andino señaló que el objetivo de las medidas judiciales es "evitar o cambiar los planos" de una obra vial que, de concretarse, "implicará demoler la única palestra de escalada deportiva de grandes dimensiones hecha en piedra que existe en América Latina".

Un espacio único y estratégico

La palestra de Buenos Aires es el muro de escalada más grande del mundo, con casi 20 metros de altura, que está totalmente revestido de piedra natural. Cuenta con características de las grandes paredes de los Andes, como diedros, fisuras y chimeneas.

Por sus características únicas, el lugar no es utilizado solo por deportistas. También es un centro de entrenamiento para diversas fuerzas de seguridad y rescate, incluyendo a bomberos, policías y personal del Ejército, que realizan allí prácticas especiales en altura.