
Con el 56% de los votos y una participación del 65% del padrón, el oficialismo duplicó el caudal electoral de la alianza conformada por La Libertad Avanza y el PRO, que apenas alcanzó el 28%.
La diferencia de 28 puntos se consolidó desde las primeras mesas escrutadas y confirmó lo anticipado por encuestas y boca de urna. El distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires ratificó así su papel como bastión histórico del peronismo.
El resultado refuerza el peso político de la conducción local en el escenario bonaerense y nacional, en un contexto en el que el conurbano es considerado el principal termómetro del humor social.
Para la oposición, la elección significó un duro revés: la alianza entre el PRO y LLA no logró perforar la hegemonía peronista en un municipio que concentra más de un millón de votantes.
Desde el oficialismo, destacaron el acompañamiento ciudadano: “El respaldo de los matanceros muestra que seguimos en sintonía con sus demandas y necesidades”, afirmaron cerca de Espinoza tras confirmarse la victoria.
Con esta elección, el peronismo consolida su control en La Matanza y envía una señal de fortaleza hacia el resto del conurbano, donde la competencia electoral se anticipa más ajustada.
ND