
En un juicio abreviado, la Justicia santafesina condenó a Lucas Exequiel Díaz y Oscar Nahuel Díaz a cinco años de prisión efectiva por haber colocado piedras en la autopista Santa Fe–Rosario con la intención de generar siniestros viales y luego asaltar a los automovilistas que quedaban varados.
Ambos fueron responsabilizados como coautores de tentativa de homicidio con dolo eventual y robo calificado, bajo distintas modalidades: por el uso de armas de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo acreditarse, por el uso de arma blanca, y por haber actuado en poblado y en banda. La sentencia fue dictada por el juez Pablo Busaniche.
El fiscal Omar De Pedro sostuvo que los acusados actuaron “con la intención de provocar siniestros viales y luego apoderarse de los bienes de los conductores que por fuerza mayor no pudieran continuar su marcha”. Subrayó que los imputados eran conscientes de que “era altamente previsible que las personas que impactaran contra la piedra pudieran morir a causa de ello”, más aún teniendo en cuenta que esa madrugada del 25 de febrero de 2024 llovía y la visibilidad era escasa.
Uno de los episodios juzgados ocurrió cuando un hombre que viajaba con una mujer y un niño colisionó contra una piedra colocada en la traza, a la altura del cementerio de Santo Tomé. Tras maniobrar para evitar un desenlace fatal y detener el auto con una rueda dañada, descendió para cambiarla. En ese momento se acercó otro vehículo en el que viajaba una fiscal del Ministerio Público de la Acusación junto con su pareja y sus dos hijas, quienes intentaron asistirlos.
Fue entonces cuando los Díaz aprovecharon la vulnerabilidad de las familias y, mediante amenazas con armas de fuego y un cuchillo, sustrajeron diversas pertenencias: dos ruedas de auto, cuatro celulares, una caja de herramientas, cheques, dinero en efectivo, juegos de llaves, tarjetas bancarias y documentación personal, incluida la identificación oficial de la fiscal víctima del hecho.
Con el fallo, el tribunal dio por cerrado un caso que puso en evidencia una modalidad de robo particularmente riesgosa, donde la búsqueda de botín se combinó con una conducta que, según la acusación, pudo haber terminado en tragedia.