
Axel Kicillof emergió como el gran ganador en la provincia de Buenos Aires y utilizó ese respaldo electoral para marcar un contraste directo con el Gobierno nacional. “Milei tuvo errores de principiante: maltrató y despreció a muchas personas, a colectivos de gente, a gobernadores y al Congreso. Además, se robó plata de las provincias, paró toda la obra pública y con eso dice haber producido un superávit”, lanzó el mandatario.
El gobernador insistió en que “no hay ningún sector que esté mejor con la política de Milei en la Provincia” y enumeró un escenario de retroceso generalizado: cierre de fábricas, caída del turismo, hotelería, gastronomía y dificultades en rubros como la construcción y la minería. “Está todo muy roto. No hay sector al que le vaya bien”, afirmó.
En contraste, Kicillof sostuvo que las urnas expresaron una valoración positiva de las políticas implementadas desde la administración provincial: “Fue un mensaje muy claro: un repudio a las medidas del Gobierno nacional y una valoración de las políticas de crecimiento y desarrollo que lleva adelante la Provincia”.
Para el gobernador, el resultado constituye además una advertencia hacia la Casa Rosada: “Es un llamado de atención muy grande. Si no cambia la política, la tendrán muy difícil para las elecciones que vienen”.
Consultado sobre si su triunfo lo perfila como candidato presidencial, Kicillof aseguró que sería “demasiado apresurado” hablar de eso y remarcó que hoy su prioridad es seguir trabajando en la provincia de Buenos Aires.