
Israel lanzó este martes un ataque aéreo en pleno centro de Doha, capital de Qatar, dirigido contra altos dirigentes de Hamás. Es la primera vez que las Fuerzas de Defensa israelíes llevan la ofensiva a territorio del Golfo, lo que marca una escalada sin precedentes en el conflicto.
Los objetivos habrían sido miembros de la delegación de Hamás que negociaban un alto al fuego que incluía la liberación de rehenes israelíes y una retirada progresiva de Gaza. Entre los nombres mencionados se encuentran Khalil al-Hayya, Zaher Jabarin y el histórico dirigente Khaled Mashaal, aunque no se ha confirmado de manera oficial el alcance de las bajas.
El primer ministro Benjamin Netanyahu asumió públicamente la responsabilidad del ataque y lo justificó como respuesta a ofensivas recientes de Hamás en Jerusalén y en la Franja de Gaza. “Actuamos de manera independiente y aprovechamos la oportunidad operativa”, afirmó en una declaración televisada.
La reacción internacional fue inmediata. Qatar denunció la agresión como un acto “cobarde” y una violación flagrante de su soberanía. Naciones Unidas y potencias occidentales expresaron preocupación por el riesgo de un colapso de las negociaciones de paz, mientras que países de la región, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán y Turquía, calificaron la operación como una escalada peligrosa.
El contexto histórico ayuda a dimensionar el alcance de lo sucedido. Qatar ha sido desde hace décadas un mediador clave en las negociaciones entre Israel y Hamás, hospedando a dirigentes de la organización palestina en su territorio con la aprobación tácita de Estados Unidos. Desde los años 90, Doha funciona como un canal de diálogo indirecto en medio de conflictos recurrentes en Gaza. Romper esa dinámica supone un golpe a la diplomacia regional y altera el equilibrio de poder en el Golfo Pérsico.
El ataque llega en un momento en que se discutía una propuesta de cese del fuego respaldada por Washington, lo que convierte la acción israelí en un punto de inflexión: por un lado, exhibe la determinación de Netanyahu de eliminar a la dirigencia de Hamás en cualquier lugar donde se encuentre; por otro, amenaza con clausurar uno de los pocos escenarios posibles para un acuerdo político.
On behalf of the people and Government of Pakistan as well as on my own behalf, I strongly condemn the unlawful and heinous bombing in Doha by Israeli forces, targeting a residential area, and endangering the lives of innocent civilians. Our deepest sympathies and solidarity are…
— Shehbaz Sharif (@CMShehbaz) September 9, 2025
Analistas advierten que Israel ha cruzado una línea roja al trasladar su ofensiva fuera del eje habitual de Gaza, Líbano o Siria, y apuntar directamente contra un aliado estratégico de Occidente como Qatar. El futuro de las negociaciones de paz, y la estabilidad en Medio Oriente, queda así en entredicho.