10/09/2025 - Edición Nº946

Internacionales

Crisis institucional

Manifestaciones en Katmandú: el Parlamento incendiado tras renuncia política

10/09/2025 | Manifestantes incendiaron y vandalizaron el edificio legislativo en Katmandú tras la renuncia del primer ministro.



El Parlamento de Nepal se convirtió en el epicentro de la furia ciudadana luego de que miles de jóvenes, movilizados bajo las banderas de la llamada Generación Z, irrumpieran en Katmandú. Las protestas, que comenzaron por el bloqueo de redes sociales y derivaron en un reclamo generalizado contra la corrupción, terminaron con el edificio legislativo incendiado y parcialmente destruido.

Las imágenes de las llamas consumiendo las instalaciones recorrieron el mundo, simbolizando no solo la indignación juvenil, sino también la pérdida de legitimidad de un sistema político percibido como incapaz de responder a las demandas sociales. Soldados y policías fueron desplegados para recuperar el control de la zona, pero la tensión continúa.

Renuncia y vacío de poder

La violencia estalló poco después de la renuncia del primer ministro K. P. Sharma Oli, presentada en medio de la presión de las calles y aceptada por el presidente Ram Chandra Poudel. Aunque Oli permanece como interino, el vacío de poder ha profundizado la incertidumbre y debilitado aún más la institucionalidad.

El Parlamento, que debía encabezar la transición, se convirtió en blanco de las críticas por su falta de acción y por ser visto como parte del problema estructural de la política nepalí. Muchos manifestantes exigen no solo elecciones anticipadas, sino también una reforma integral del sistema parlamentario, al que acusan de estar capturado por élites tradicionales y ajeno a las necesidades de los jóvenes.

El desafío de la estabilidad

Con al menos 19 muertos y decenas de heridos por la represión, la crisis de Nepal se ha convertido en un llamado de atención para toda la región. El Parlamento enfrenta el reto de recuperar credibilidad y garantizar un proceso de transición ordenado, mientras la sociedad civil demanda cambios profundos.

El futuro inmediato del país dependerá de si el Legislativo logra articular consensos y abrir espacios de diálogo, o si, por el contrario, se hunde en una espiral de violencia y desconfianza. Por ahora, el edificio en ruinas se erige como un recordatorio de lo que está en juego: la propia estabilidad democrática de Nepal.