11/09/2025 - Edición Nº947

Internacionales

Crisis diplomática

Mandelson y Epstein: la relación que remece al gobierno de Starmer

11/09/2025 | Revelaciones recientes obligan al gobierno de Starmer a apartar a Peter Mandelson del puesto



Reino Unido enfrenta una fuerte turbulencia diplomática tras el despido de Peter Mandelson como embajador ante Estados Unidos. La medida fue dispuesta por el primer ministro Keir Starmer después de que se conocieran documentos y correos electrónicos que evidencian una relación cercana con Jeffrey Epstein, el magnate condenado por delitos sexuales y hallado muerto en prisión en 2019.

Mandelson, figura histórica del Partido Laborista y uno de los arquitectos del “Nuevo Laborismo” junto a Tony Blair, había sido nombrado embajador en Washington en febrero de 2025. Sin embargo, las revelaciones recientes incluyen cartas y notas personales en las que calificaba a Epstein como su “mejor amigo” y lo asesoraba en gestiones para reducir su condena de 2008 por abuso de menores.


Peter Mandelson junto a Jeffrey Epstein, en una imagen que hoy reaviva las sospechas sobre la cercanía de su relación.

Durante años, Mandelson fue considerado un estratega clave dentro de la política británica y ocupó altos cargos ministeriales. No obstante, su cercanía con figuras polémicas había generado controversias previas. El escándalo actual, sin embargo, resultó devastador: la oposición denunció una grave falta de transparencia en su designación y reclamó revisar los procesos de control en nombramientos diplomáticos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores reconoció que, al momento de su nombramiento, no se disponía de toda la información ahora revelada, lo que contradice las declaraciones iniciales del propio Mandelson. Aunque el primer ministro intentó sostenerlo en el cargo, la presión política y mediática se volvió insostenible.

Tras su destitución, el cargo fue asumido de forma interina por James Roscoe, un diplomático de carrera que deberá recomponer la confianza con Washington mientras se busca un reemplazo definitivo. El caso reabre el debate sobre los estándares éticos exigidos a los representantes del Reino Unido en el extranjero y el impacto que las relaciones personales pueden tener en la credibilidad internacional del país.

La caída de Mandelson no solo marca el final abrupto de una extensa carrera política, sino que también golpea a un gobierno que prometió renovar las prácticas de la vida pública británica, imponiendo transparencia y responsabilidad a todos sus funcionarios.