
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°6 de la Capital Federal inició el juicio contra Walter Barrientos García, de 60 años, acusado de haber abusado y explotado sexualmente a una adolescente de 16 años a la que captó en 2012 mediante un aviso laboral engañoso. El proceso es unipersonal y está a cargo del juez Adrián Grünberg, con la intervención de la fiscal general Gabriela Baigún.
En la primera audiencia, la víctima —identificada como “testigo C” para preservar su identidad— declaró por videoconferencia y con cámara apagada, acompañada por una psicóloga del Programa Nacional de Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata. Contó que Barrientos sabía que era menor de edad, que vivía en situación de calle y que llegó a temer quedar encerrada en los departamentos del barrio porteño de Recoleta donde fue prostituida.
El acusado enfrenta cargos por abuso sexual con acceso carnal en dos oportunidades y trata de personas con fines de explotación sexual agravada por la edad de la víctima, el engaño y la situación de vulnerabilidad. Además, registra una condena previa, confirmada en agosto, de siete años de prisión por abuso sexual agravado.
La mujer, que hoy tiene 29 años, recordó que entonces buscaba trabajo y se contactó con el imputado a través de un aviso por internet. Barrientos le ofreció enseñarle masajes, pero en realidad la obligó a mantener relaciones sexuales con clientes. La investigación determinó que la explotación duró alrededor de tres meses, con jornadas de hasta tres encuentros diarios, por los que solo recibía una fracción del dinero que cobraba el acusado.
Durante su testimonio, la víctima relató dos abusos sexuales cometidos directamente por Barrientos, uno de ellos en presencia de clientes. También señaló que no tenía llave de los departamentos, lo que limitaba su libertad de movimiento, y describió los lugares de explotación a partir de fotografías exhibidas por la fiscalía.
El imputado, trasladado desde el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, se negó a declarar en la primera audiencia, aunque no descartó hacerlo más adelante.
La causa se originó en 2021 con una denuncia anónima en la Línea 145, lo que dio intervención a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX). La víctima luego amplió su declaración en Cámara Gesell ante profesionales de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a las Víctimas (DOVIC).
Según la acusación del fiscal Franco Picardi, quien llevó adelante la instrucción, Barrientos ejerció una relación de poder y dependencia sobre la adolescente, controlando su sexualidad y limitando su capacidad de resistencia a través de violencia física, verbal y psicológica.
El debate oral continuará con la incorporación de nuevas pruebas y testimonios que definirán la responsabilidad penal del imputado.