
Polonia ha formalizado la solicitud de una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tras denunciar múltiples incursiones de drones rusos en su espacio aéreo oriental. Las autoridades reportaron al menos 19 drones, junto con restos de un misil y siete aparatos derribados, algunos de fabricación rusa. Ninguno de estos eventos produjo víctimas humanas, aunque sí daños menores en edificaciones.
Integridad territorial y amenaza interna
El gobierno considera estos hechos no como errores de navegación, sino como una provocación deliberada. Se afirma que varios drones provinieron de zonas rusas, atravesando Bielorrusia. El hallazgo de restos de misil y drones en regiones lejanas de la frontera refuerza la idea de una acción coordinada.
Invocación del Artículo 4 de la OTAN
Polonia ha activado este artículo, que obliga a los miembros de la OTAN a mantener consultas urgentes cuando cualquiera considere que su seguridad, integridad territorial o independencia política está siendo amenazada. Este mecanismo ha sido utilizado en pocas ocasiones históricas.
Contexto de maniobras militares y tensión creciente
El incidente ocurre justo antes de grandes ejercicios conjuntos entre Rusia y Bielorrusia denominados “Zapad-2025”. Polonia, anticipándose a posibles amenazas, cerró fronteras con Bielorrusia, restringió el espacio aéreo en zonas orientales y reforzó su presencia militar.
Precedentes y riesgo de escalada
En 2022, Polonia ya afrontó situaciones similares como el incidente de Przewodów, en el que misiles de origen dudoso alcanzaron suelo polaco sin provocar una guerra abierta. Ahora el gobierno advierte que estos episodios podrían llevar a una escalada militar si no hay una respuesta colectiva firme.
Que el incidente sea reconocido internacionalmente como violación de soberanía, lo cual tiene implicaciones legales y diplomáticas para Rusia.
Impulsar sanciones o acciones multilaterales desde la ONU, o al menos lograr una declaración formal de condena que respalde las medidas de Polonia.
Que los aliados de la OTAN respondan de forma más concreta: refuerzo militar, medidas de defensa antiaérea y vigilancia compartida.
Evitar que este tipo de incursiones se vuelvan frecuentes o normalizadas, lo que pondría en riesgo la estabilidad del Este de Europa.
Desde su fundación, la OTAN ha invocado el Artículo 4 en pocas ocasiones, por ejemplo durante crisis fronterizas en Turquía, tras ataques del Estado Islámico o durante la anexión de Crimea. En situaciones anteriores, los ataques con misiles o drones que alcanzaron países de la OTAN sin declarar guerra directa derivaron en encuentros de seguridad y protestas diplomáticas, aunque rara vez en confrontaciones abiertas.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene la autoridad para emitir resoluciones, sanciones, establecer comisiones de investigación y mantener vigilancia internacional. Sin embargo, su eficacia depende en gran parte del consenso de sus miembros permanentes, entre ellos Rusia, con derecho a veto.