
La migraña no es un simple dolor de cabeza. Se trata de un trastorno neurológico complejo que afecta la forma en que el cerebro procesa estímulos como la luz, el sonido o el tacto. Cuando esa capacidad se ve sobrepasada, se desencadena una crisis caracterizada por un dolor intenso, acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad extrema a la luz y los ruidos.
De acuerdo con datos internacionales, la migraña es la segunda causa de discapacidad a nivel global y la primera entre mujeres jóvenes. En Argentina, afecta al 9,5% de la población, es decir, a más de 4 millones de personas.
Un nuevo relevamiento nacional advierte que el diagnóstico tarda en promedio 11,4 años y suele requerir la consulta con al menos tres especialistas. En casi la mitad de los casos (49,4%), es el neurólogo quien finalmente identifica la enfermedad, mientras que en un 33,7% lo hace un médico especialista en cefaleas. El estudio, que incluyó a 585 pacientes, fue presentado en el 22° Congreso Internacional de Cefaleas en San Pablo.
El impacto trasciende la salud individual. La migraña genera ausentismo laboral, reducción de la productividad, dificultades para sostener rutinas y pérdidas económicas significativas. “La migraña es un problema de salud pública que no debe seguir siendo invisibilizado. Invertir en diagnóstico y tratamiento es también una decisión estratégica para el desarrollo económico”, señalaron desde la Asociación Migrañas y Cefaleas Argentina (AMYCA), en el marco del Día Mundial de la Migraña, que se conmemora cada 12 de septiembre.
La falta de información, el acceso limitado a especialistas y los mitos que rodean a la enfermedad son factores que retrasan el diagnóstico. Como consecuencia, muchos pacientes recurren de manera repetida a analgésicos sin supervisión médica, lo que aumenta el riesgo de cefaleas por abuso de medicación.
“La automedicación y la postergación de la consulta empeoran la calidad de vida y perpetúan un círculo de ineficiencia en el sistema de salud. Si los dolores de cabeza aparecen más de una vez por semana, es clave consultar a un neurólogo para obtener un diagnóstico preciso y acceder a tratamientos efectivos”, advirtió Fiorella Martín Bertuzzi, presidenta de AMYCA.