12/09/2025 - Edición Nº948

Economía

Indicadores sociales

Una familia porteña necesita casi $2 millones al mes para ser de clase media

12/09/2025 | En agosto los ingresos mínimos para alcanzar ese nivel superaron los $1.952.000, sin incluir el alquiler.



Ser de clase media en Buenos Aires tiene un costo cada vez más alto. En agosto de 2025, una familia porteña conformada por dos adultos y dos hijos necesitó $1.952.541 mensuales para alcanzar ese estrato social, según cifras de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad. El dato, además, no contempla el gasto en vivienda, lo que amplifica el desafío para los hogares inquilinos.

El informe señala que para no ser pobre una familia debió superar los $1.229.444, mientras que el ingreso mínimo para no caer en la indigencia se ubicó en $660.657. Estos valores reflejan la valorización de la Canasta Básica Total (CBT) y de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), respectivamente.


 

Entre la línea de pobreza y los $1.562.034 de la Canasta Total se ubican los sectores “vulnerables” y “medios frágiles”. A partir de allí comienza la clase media, que arranca en los casi dos millones de pesos y se extiende hasta un techo de $6,2 millones. Por encima de ese umbral aparecen los denominados sectores acomodados.

El panorama cambia sustancialmente cuando se suma el costo de los alquileres. De acuerdo con el propio Instituto porteño, en el segundo trimestre de 2025 los precios promedio de departamentos usados fueron de $428.536 para un ambiente, $583.793 para dos y $870.943 para tres. Con estas cifras, una familia tipo que alquila un dos ambientes debió contar en agosto con más de $1.850.000 para no ser pobre, mientras que en el caso de un tres ambientes el ingreso necesario para ingresar a la clase media trepó a más de $2.800.000 mensuales.

La metodología utilizada por el organismo porteño se apoya en el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad (IPCBA, base 2021=100) y permite no solo estimar los niveles de indigencia y pobreza, sino también estratificar a la población entre sectores vulnerables, clase media y acomodados.

En este marco, los datos confirman que si bien la inflación general muestra cierta desaceleración, los ingresos de buena parte de la población todavía no logran seguirle el ritmo al costo de las canastas básicas y, menos aún, a los valores de los alquileres.