
Dando vía libre a una vocación reformista, el diputado Gabriel Bornoroni presentó una polémica iniciativa que busca cambiar la forma en que el jefe de Gabinete informa sobre la marcha de su gestión al Congreso. El argumento del diputado cordobés es que en la actualidad esas sesiones se parecen más a una interpelación que a una rendición de cuentas.
“El informe sobre la marcha del Gobierno deberá estar referido a la evolución de los acontecimientos principales, la forma en que el Gobierno los caracteriza y enfrenta, las políticas que desarrolla para alcanzar los objetivos, las metas y prioridades que constituyen su agenda” puede leerse en el texto del proyecto.
El proyecto está firmado por 15 diputados, entre ellos Martín Menem, y busca imponer plazos, que se conozcan los temas a tratar y límite a la exposición del ministro coordinador. “Lo que se pretende es generar un mecanismo de cooperación y articulación ágil entre poderes, con saldos institucionales positivos y ejercicio pleno de la responsabilidad política que le cabe a cada uno”.
Al respecto cabe destacar que conforme al artículo 101 de la Constitución Nacional, el jefe de gabinete de ministros “debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 71”. También se deja en claro que “puede ser interpelado a los efectos del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las Cámaras, y ser removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las Cámaras”.
Los libertarios advierten que “en los últimos tiempos se han notado dificultades y poco beneficio político para cualquiera de las partes que participan, es por ello que se han presentado una cantidad considerable de proyectos de ley en ambas Cámaras para proponer una Reglamentación del art. 101 de la CN a través de un Proyecto de Ley”.
Ese reglamento consiste en “delimitar el alcance de las preguntas y las forma de responderlas” entendiendo que "no se trata de una interpelación, ni de una instancia en la que el jefe de Gabinete satisface pedidos de informe exprés, al por mayor, sin haber sido tratados ni aprobados por las Cámaras, y de una sola vez”.
GZ