
La derrota en la Provincia de Buenos Aires obligó a La Libertad Avanza a reordenar su estrategia electoral. El oficialismo eligió Tucumán para relanzar la campaña y enviar una señal política: el objetivo ahora es proyectarse en las provincias, recuperar la iniciativa y blindar la gestión de cara a las elecciones del 26 de octubre.
El acto en el Club Villa Luján reunió a tres figuras centrales del espacio: Karina Milei, presidenta del partido; Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados y vicepresidente de LLA; y Lisandro Catalán, que debutó como ministro del Interior en un escenario de campaña. Allí se presentaron a los candidatos locales, con Federico Pelli y Soledad Molinuevo al frente de la lista, y se buscó mostrar unidad tras el golpe sufrido en territorio bonaerense.
Karina Milei llamó a mantener la confianza en el rumbo del Gobierno y aseguró que “los cambios ya están en marcha y pronto serán más visibles”. Martín Menem, por su parte, planteó que octubre será decisivo para “defender en las urnas el proyecto de Javier Milei” y pronosticó que, con la política económica actual, la inflación llegará a cero a mediados del próximo año.
Catalán puso el acento en la necesidad de “llenar el Congreso de diputados y senadores que acompañen las reformas” y definió la elección como “histórica”. Además, agradeció a la dirigencia local y al PRO por el acompañamiento en la alianza, en un intento por reforzar la idea de un frente más amplio en los distritos.
El cierre quedó en manos de Pelli, quien buscó contrastar el impulso libertario con “dos décadas de kirchnerismo que dejaron pobreza, inseguridad y escuelas en ruinas”.
El desembarco en Tucumán funciona así como el inicio de una campaña con impronta federal, con la que La Libertad Avanza procura dejar atrás la derrota bonaerense, recomponer su narrativa y consolidar presencia en el interior del país para sostener el proyecto presidencial.