
El mundo del cine se conmovió estos últimos días con las emotivas declaraciones de Macaulay Culkin sobre su experiencia trabajando junto a John Candy, el querido comediante fallecido en 1994. En el marco del estreno del documental John Candy: I Like Me en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) el pasado 4 de septiembre de 2025, Culkin compartió recuerdos de su colaboración con Candy en Tío Buck al rescate (1989) y Mi pobre angelito (1990).
Culkin no ocultó su admiración al revelar que Candy fue una figura “paternal” para él en un momento complicado. “John se preocupaba (por mí) cuando a mucha gente no le importaba”, confesó en el documental dirigido por Colin Hanks y producido por Ryan Reynolds. El actor recordó cómo Candy fue el primero en percibir las dificultades que enfrentaba por la actitud de su padre, Christopher Culkin. “Creo que lo vio. Incluso antes de que la ola se desatara y pasara lo de Mi pobre angelito, no era complicado ver lo difícil que era mi padre. No era ningún secreto. Ya era un monstruo”, afirmó,.
La conexión entre Culkin y Candy trasciende lo profesional, ya que el comediante mostró un interés genuino por el bienestar del joven actor. “De repente, llegaron la fama y el dinero, y se convirtió en un monstruo infame. Ya no era una buena persona. Creo que John lo miraba con recelo, como diciendo: ‘¿Todo bien por ahí? ¿estás bien? ¿Todo bien en casa? Bien’”, relató Culkin, destacando cómo esas muestras de cuidado eran “un testimonio de la clase de hombre que era”. Esta actitud protectora contrastó con la frialdad de su padre, con quien rompió todo contacto hace más de 30 años, una decisión que también compartieron sus hermanos, incluyendo a Kieran Culkin.
El impacto de esa relación rota con su padre sigue resonando en la vida de Macaulay, quien en una entrevista de abril de 2025 para el podcast Sibling Revelry reflexionó sobre su infancia. “Uno de mis más tempranos recuerdos con respecto a él era pensar que cuando yo creciera no iba a ser así con mis hijos”, expresó.