
Cada año mueren cerca de 5 millones de personas en el mundo a causa de lesiones que podrían prevenirse o atenuarse con una atención inmediata. En ese contexto, los primeros auxilios se vuelven fundamentales: estudios indican que hasta un 59% de esas muertes podría evitarse si alguien aplicara las maniobras correctas antes de la llegada de la asistencia profesional.
En el marco del Día Mundial de los Primeros Auxilios –que se conmemora cada segundo sábado de septiembre–, expertos de DIM Centros de Salud destacan la importancia de estas técnicas para salvar vidas, evitar complicaciones y brindar seguridad en momentos críticos. "Los primeros auxilios son un acto de responsabilidad compartida: cualquiera puede aprenderlos y marcar la diferencia mientras llega la ayuda profesional", afirma la Licenciada en Enfermería Liliana Martínez.
Los primeros auxilios son la atención inmediata que se le brinda a una persona que sufrió un accidente o una enfermedad repentina. Ante una emergencia, se recomienda seguir estos pasos:
Mantener la calma y verificar que el lugar sea seguro.
Evaluar el estado de la víctima (conciencia, respiración y pulso).
Llamar al servicio de emergencias (107 u otro número local).
Aplicar las maniobras necesarias según el caso.
RCP (si la persona no respira): Colocar a la víctima boca arriba en una superficie firme y realizar compresiones en el centro del pecho. El ritmo ideal es de 100 a 120 por minuto, con una profundidad de 5 cm. Si se cuenta con entrenamiento, alternar 30 compresiones con 2 ventilaciones. La Asociación Internacional de Reanimación asegura que aplicar RCP en los primeros dos minutos duplica la posibilidad de supervivencia.
Hemorragias: Aplicar presión directa sobre la herida con gasas o un paño limpio. Mantener la zona elevada y no retirar el apósito, incluso si se empapa.
Quemaduras: Enfriar la zona con agua corriente a temperatura ambiente durante 10 a 20 minutos. Retirar objetos ajustados como anillos o relojes, y cubrir con gasas limpias. Nunca aplicar cremas, manteca, pasta dental o remedios caseros.
Mover innecesariamente a la víctima.
Dar de beber o comer a personas que estén inconscientes.
Ingresar a un lugar inseguro sin tener la protección adecuada.
Para estar preparado, se recomienda tener un botiquín básico con gasas, vendas, cinta adhesiva, guantes, tijera, pinza, alcohol en gel, termómetro, analgésicos básicos y una lista de teléfonos de emergencia.