16/09/2025 - Edición Nº952

Internacionales

Medio Oriente en tensión

Cumbre Árabe-Islámica: la advertencia que pone en jaque a Israel

15/09/2025 | El borrador de resolución tras el ataque en Doha plantea que las acciones de Israel ponen en riesgo los acuerdos diplomáticos alcanzados con países árabes.



El reciente ataque de Israel en Doha contra miembros de Hamas y la muerte de un oficial de seguridad qatarí desencadenaron una ola de condenas en el mundo árabe. En respuesta, líderes de la región convocaron una cumbre Árabe-Islámica de emergencia que busca mostrar unidad frente a lo que describen como actos hostiles de Tel Aviv. El borrador de resolución preparado en el encuentro sostiene que estas acciones podrían romper los frágiles avances de normalización entre Israel y varios Estados árabes.

El texto, al que tuvo acceso Reuters, acusa a Israel de prácticas de “genocidio, limpieza étnica, asedio y colonización”en los territorios palestinos y ahora de extender su agresión a terceros países como Qatar. Según el borrador, si Tel Aviv continúa en esta línea, “se verán seriamente afectados” los acuerdos de cooperación alcanzados en los últimos años, incluidos los derivados de los Acuerdos de Abraham.

Solidaridad con Qatar

Qatar, anfitrión de la cumbre, ha insistido en que el ataque constituye una violación de su soberanía y un precedente peligroso en la región. Varios Estados del Golfo han expresado su respaldo a Doha y han advertido que no tolerarán más acciones unilaterales. Para muchos analistas, esta postura común marca un punto de inflexión: la seguridad de un Estado miembro se convierte en una línea roja para toda la comunidad árabe e islámica.

Las condenas también reflejan una creciente incomodidad entre países que habían normalizado relaciones con Israel, como Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Aunque no se ha anunciado la ruptura de vínculos, el borrador advierte que la continuidad de la cooperación dependerá del respeto a la soberanía regional y al derecho internacional.

El pulso diplomático

Desde el lado israelí, el gobierno de Benjamin Netanyahu ha rechazado las acusaciones y ha defendido la operación como parte de su lucha contra Hamas. Israel sostiene que Qatar alberga a líderes del grupo islamista y exige que sean expulsados o juzgados. Este cruce de acusaciones amenaza con escalar la tensión diplomática en un momento de gran fragilidad en Gaza y de creciente presión internacional.

Mientras tanto, Washington sigue de cerca los acontecimientos, consciente de que cualquier quiebre en los acuerdos de normalización podría alterar el equilibrio estratégico en Medio Oriente. Estados Unidos ha intentado mantener abiertos los canales con los aliados árabes sin comprometer su respaldo a Israel, una tarea cada vez más difícil ante el deterioro del clima político.

Unión en la posición 

La cumbre Árabe-Islámica refleja un giro en el tablero regional: el entusiasmo por la normalización con Israel se enfrenta ahora al costo político de mantener lazos en medio de agresiones percibidas como violaciones de soberanía. Si bien aún es un borrador, la resolución deja claro que el futuro de la cooperación dependerá de la capacidad de Israel de contener su ofensiva y respetar los equilibrios regionales.

En este escenario, Doha emerge como centro de gravedad de la diplomacia árabe, mientras Tel Aviv encara un aislamiento creciente en un contexto donde cada ataque tiene consecuencias mucho más amplias que el campo de batalla inmediato.

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ISRAELQATARDOHA, QATAR
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