
Albania se convirtió en noticia internacional al anunciar que su nueva ministra de Contrataciones Públicas será Diella, una funcionaria creada íntegramente con inteligencia artificial. Su tarea será supervisar licitaciones y adjudicaciones estatales, en un intento por garantizar que los fondos públicos sean totalmente transparentes y que los procesos de contratación queden fuera del alcance de prácticas ilícitas.
La decisión no surgió de la nada. Durante la última década, Albania enfrentó varios casos de corrupción de alto perfil que golpearon a ministerios, gobiernos locales y empresas estatales. Investigaciones judiciales destaparon sobornos, contratos inflados y adjudicaciones direccionadas hacia grupos cercanos al poder político. Varios exfuncionarios fueron procesados y algunos terminaron tras las rejas, aunque en muchos casos la percepción social fue que la justicia actuó con lentitud o de manera selectiva.
Estos episodios no solo deterioraron la confianza ciudadana en las instituciones, sino que también se convirtieron en un obstáculo en el proceso de adhesión a la Unión Europea. Bruselas ha reclamado en reiteradas ocasiones mayores avances en materia de independencia judicial, lucha contra el crimen organizado y control del uso de recursos estatales. El propio gobierno reconoció que la corrupción era una de las principales trabas para avanzar en las negociaciones de ingreso al bloque.
Frente a este panorama, el primer ministro Edi Rama presentó a Diella como símbolo de una nueva etapa. “Las licitaciones públicas serán 100% incorruptibles, todos los fondos 100% legibles”, afirmó durante la presentación, subrayando que el sistema permitirá eliminar discrecionalidad en la adjudicación de contratos. Además de controlar las licitaciones, Diella tendrá la facultad de contratar talentos y especialistas de todo el mundo para reforzar su trabajo. Según el gobierno, esta apertura busca que los procesos no solo sean transparentes, sino también competitivos y modernos, incorporando profesionales capaces de aportar experiencia internacional en materia de auditoría, finanzas y gestión pública.
Antes de su designación como ministra virtual, Diella funcionaba como asistente en la página oficial del Estado, orientando a los ciudadanos en trámites y servicios. Su salto al gabinete marca un experimento sin precedentes en Europa: usar la inteligencia artificial como garante de transparencia administrativa.
El desafío ahora será comprobar si la innovación tecnológica logra lo que hasta ahora no pudieron las reformas políticas y judiciales: reducir la corrupción y recuperar la confianza de los albaneses, al mismo tiempo que despeja el camino para la integración europea.