16/09/2025 - Edición Nº952

Internacionales

Entre mares, montañas y ríos

Turquía, el geoestratégico puente donde Oriente y Occidente convergen

15/09/2025 | Su territorio doble entre continentes, estrechos vitales, cuencas de ríos claves y vecinos diversos hacen de Turquía un nodo geopolítico ineludible.



Turquía se destaca en el mapa mundial no solo por su cultura milenaria, sino también por la ubicación física que ha moldeado su historia, política y relaciones internacionales. Su geografía, marcada por montañas, costas, ríos y pasos estratégicos, la convierte en un actor clave tanto en el pasado como en el presente.

Historia y contexto

A lo largo de los siglos, Anatolia fue escenario de grandes civilizaciones: hititas, griegos, romanos, bizantinos y otomanos dominaron estas tierras. La caída del Imperio Otomano y la fundación de la República de Turquía en 1923 marcaron un nuevo inicio, fijando fronteras modernas con el Tratado de Lausana. 

La geografía fue siempre protagonista: las montañas orientales actuaron como murallas naturales frente a invasores, mientras que los estrechos del Bósforo y los Dardanelos garantizaron control sobre las rutas marítimas entre el Mar Negro y el Mediterráneo.

Ubicación y relieve

El país es transcontinental: una parte al oeste en Europa (Tracia) y la mayor parte al este en Asia (Anatolia). Esta condición lo posiciona como puente natural entre Oriente y Occidente. 

Su territorio es mayormente montañoso. En el este se alza el monte Ararat, con más de 5.150 metros, mientras que mesetas y valles internos condicionan la vida agrícola y las comunicaciones.

Aguas que nacen en Turquía

En Turquía nacen los ríos Éufrates y Tigris, que fluyen hacia Siria e Irak y son la base de la vida en esas regiones. El país no solo tiene la ventaja de ser “aguas arriba”, sino que además ha construido grandes represas dentro del Proyecto del Sureste de Anatolia (GAP).

Gracias a esa infraestructura puede regular el caudal que baja hacia sus vecinos, otorgándole una herramienta de presión y negociación en un contexto donde el agua es un recurso cada vez más escaso.


Turquía y la gigantesca presa de Ilısu en el río Tigris.

Vecinos y fronteras

Turquía limita con ocho países: Grecia y Bulgaria al noroeste; Georgia, Armenia e Irán al este; Irak y Siria al sur. Estas fronteras son herencia de siglos de guerras, tratados y reacomodos territoriales. Así, el país refleja tanto su pasado europeo como su pertenencia al Medio Oriente y Asia Central.

El territorio turco funciona como corredor entre Europa y Asia, tanto en rutas comerciales como en el transporte de energía. Oleoductos, gasoductos y corredores ferroviarios refuerzan ese papel. Además, con costas en tres mares -Mediterráneo, Egeo y Negro-, el país combina turismo, comercio marítimo y puertos estratégicos. Los Estrechos Turcos -el Bósforo y los Dardanelos- conectan el Mar Negro con el Mediterráneo y el Egeo. Son pasos marítimos esenciales para el transporte de mercancías, recursos energéticos y también puntos de enorme relevancia militar. Controlarlos significa influir en el comercio y la seguridad regional.

Desafíos y tensiones

  • Agua: el control de los caudales del Éufrates y el Tigris genera tensiones con Siria e Irak, que dependen de esos ríos.

  • Seguridad marítima: los estrechos son un punto caliente en la competencia entre Rusia, la OTAN y la Unión Europea.

  • Terreno y riesgos: las montañas dificultan las comunicaciones y el desarrollo, mientras que la ubicación sobre placas tectónicas convierte al país en una zona altamente sísmica.

La geografía de Turquía no es solo un paisaje: es un factor que determina poder, alianzas y conflictos. Desde sus represas hasta los puentes sobre el Bósforo, cada río y cada montaña explican por qué este país es un nodo geopolítico imprescindible.