16/09/2025 - Edición Nº952

Internacionales

Capital innovador

Nayib Bukele respalda el innovador plan de CoreNest en El Salvador

16/09/2025 | La firma de capital de riesgo lanza un programa de aceleración para startups, con apoyo estatal y visión regional.



El Salvador se prepara para recibir una apuesta inédita en la región. La firma internacional CoreNest eligió al país centroamericano como sede para probar un modelo de inversión inspirado en Silicon Valley, pero con un sello propio. La iniciativa parte de la creación de un fondo inicial de USD 25 millones, destinado a potenciar startups tecnológicas con proyección en América Latina.

El anuncio llega en un contexto de creciente interés por el ecosistema digital salvadoreño, impulsado por la agenda de modernización del gobierno de Nayib Bukele. CoreNest plantea que El Salvador puede convertirse en una plataforma regional de innovación, capaz de atraer talento y capital, y al mismo tiempo servir de puente para la expansión de nuevas compañías.

Un fondo pionero

Lo novedoso del proyecto es que el capital será tokenizado mediante la tecnología blockchain de Coreum. Con ello, se busca dar transparencia y trazabilidad a las inversiones, un aspecto que diferencia a este fondo de los esquemas tradicionales de capital de riesgo. Según CoreNest, este mecanismo refuerza la confianza de los inversionistas y abre nuevas formas de participación.

El objetivo es apoyar a más de 300 startups en un plazo de cinco años, otorgando hasta USD 125.000 por cada una en etapas tempranas. De esta manera, el fondo se convierte en una herramienta de arranque que pretende democratizar el acceso a capital, un obstáculo histórico para los emprendedores latinoamericanos.

Programa de aceleración

El proyecto incluye un programa intensivo de 12 semanas de aceleración, en el que los equipos seleccionados recibirán mentoría de expertos internacionales, acceso a redes de inversión y oportunidades de desarrollar pilotos con grandes corporaciones. El proceso culminará con un Demo Day global en mayo de 2026, donde las startups presentarán sus avances a potenciales inversionistas.

La convocatoria estará abierta entre septiembre y diciembre de 2025, y la aceleradora iniciará sus operaciones en febrero de 2026. Con este calendario, CoreNest marca un cronograma claro para atraer proyectos y posicionar al país como centro de innovación tecnológica.

Respaldo institucional

El plan cuenta con el respaldo del Ministerio de Economía de El Salvador, lo que refuerza la alianza público-privada. Además, participan actores clave del sector financiero, como el banco Davivienda, que aportará su experiencia en servicios financieros para startups. Este entramado de apoyos busca garantizar un ecosistema sólido y sostenible.

Más allá de los USD 25 millones iniciales, la firma proyecta un fondo adicional de USD 100 millones para escalar aquellas compañías que demuestren mayor potencial de crecimiento. Con ello, CoreNest se asegura de dar continuidad al proceso y acompañar a los proyectos más exitosos en su consolidación regional.

Una visión más allá del manual

La estrategia de CoreNest no pretende replicar mecánicamente el modelo de Silicon Valley, sino adaptarlo a las condiciones y desafíos de América Latina. En palabras de sus directivos, “no estamos aquí para seguir el manual de Silicon Valley, estamos aquí para construir algo más grande”. La apuesta combina innovación tecnológica con sensibilidad regional, en un intento de diseñar un modelo propio de desarrollo emprendedor.

Este enfoque se alinea con la narrativa del gobierno salvadoreño de proyectar al país como un hub tecnológico, capaz de atraer inversión extranjera y generar empleos de calidad. En ese sentido, la llegada de CoreNest refuerza la imagen de El Salvador como un laboratorio para iniciativas de vanguardia.

Más desarrollo 

La decisión de instalar un fondo tokenizado en El Salvador representa una jugada audaz, pero también estratégica. El país ofrece incentivos regulatorios y una narrativa política que busca asociarse con la innovación, lo que aumenta las probabilidades de éxito inicial. Sin embargo, persisten dudas sobre la capacidad institucional para sostener a largo plazo un ecosistema emprendedor robusto.

De concretarse sus metas, CoreNest podría colocar a El Salvador en el mapa regional como un nuevo polo tecnológico. No obstante, el reto será superar los obstáculos estructurales de la región -infraestructura, seguridad y confianza de los mercados- para que la visión de un Silicon Valley latinoamericano no quede solo en el plano de la aspiración.