
El nuevo embajador del Reino Unido en Argentina, David Cairns, presentó este lunes sus cartas credenciales ante el canciller Gerardo Werthein en el Palacio San Martín. La ceremonia se enmarca en un año simbólico: se cumplen 200 años del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado en 1825, que inauguró oficialmente las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante el encuentro, Cairns y Werthein repasaron el estado actual de la relación bilateral y coincidieron en explorar nuevas oportunidades de cooperación. El diplomático británico agradeció el reciente viaje del ministro de Justicia argentino, Mariano Cúneo Libarona, a Londres y Cambridge para participar en un simposio sobre delitos económicos, y destacó la próxima visita del ministro de Comercio británico, Sir Chris Bryant, a Buenos Aires como una señal del interés mutuo en fortalecer la agenda económica.
Cairns aseguró que la cooperación en temas de comercio e inversión será una prioridad de su gestión. También manifestó interés en profundizar la colaboración en ciencia, política y cultura, áreas que, según afirmó, ya forman parte de la identidad compartida entre británicos y argentinos. “Espero profundizar esos lazos y apoyar lo que claramente es prioridad para nuestro Primer Ministro y su Presidente: el crecimiento y la prosperidad”, subrayó.
El embajador llegó al país el 13 de septiembre junto a su esposa Sharon. Con una trayectoria en el Foreign Office desde 1993, Cairns se desempeñó en Londres, Ginebra y Tokio. Entre 2015 y 2019 fue embajador en Suecia, y más tarde trabajó en el sector privado, hasta su regreso este año al servicio diplomático para suceder a Kirsty Hayes en Buenos Aires.
Hasta ahora, Cairns no se ha pronunciado públicamente sobre la cuestión de las Islas Malvinas, uno de los puntos más sensibles de la relación bilateral. Sí mantuvo un encuentro en Londres con el representante de las islas, Richard Hyslop, en la Falklands Office, lo que reafirma el interés británico en mantener sus vínculos con el gobierno local de las islas.
Aunque no se esperan cambios en la posición histórica del Reino Unido, la expectativa en Buenos Aires es que el nuevo embajador abra espacios de diálogo sobre el tema en el marco de la cooperación bilateral. Por ahora, la agenda oficial se centra en áreas económicas y culturales, dejando en suspenso cualquier definición sobre la disputa territorial.
La llegada de David Cairns a Buenos Aires coincide con un momento clave en la relación entre Argentina y el Reino Unido. Su discurso inicial, enfocado en comercio, inversión y cultura, apunta a consolidar una agenda pragmática que evite tensiones inmediatas. Sin embargo, la cuestión Malvinas seguirá siendo el gran desafío de su gestión: un tema ineludible que, más tarde o más temprano, pondrá a prueba su capacidad diplomática.