
El reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) volvió a quedar bajo la lupa. En lo que va de 2025 se distribuyeron $107.500 millones, con un patrón que genera críticas: los gobernadores más cercanos al presidente Javier Milei recibieron transferencias millonarias inmediatamente después de pasar por Olivos o la Casa Rosada.
Los casos más evidentes son: Leandro Zdero (Chaco), que tras visitar Olivos recibió $2.500 millones; Rogelio Frigerio (Entre Ríos), que consiguió $3.000 millones tras una reunión en Casa Rosada; Hugo Passalacqua (Misiones), que se llevó $4.000 millones; y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), que sumó $3.000 millones a los $9.000 millones ya percibidos en el año.
El ranking general muestra a Neuquén al tope, con $15.000 millones, seguida por Salta con $13.000 millones y Santa Fe y Tucumán, ambas con $12.000 millones. También destacan Ciudad de Buenos Aires ($10.000 millones), Chubut ($7.000 millones) y Catamarca ($7.000 millones).
En contraste, provincias como Córdoba, Jujuy, La Rioja o Santiago del Estero no recibieron un solo peso.
Opositores y analistas en federalismo fiscal advierten que los ATN dejaron de ser un instrumento de asistencia en emergencias para convertirse en una herramienta de negociación política. “Se premia a los gobernadores alineados con la Casa Rosada y se castiga a quienes no acuerdan con el Ejecutivo”, remarcan.
El contraste entre provincias beneficiadas y provincias sin transferencias refuerza las críticas sobre la discrecionalidad en el uso de fondos que, en teoría, deberían tener criterios objetivos.