Tres inspectores de la Policía de la Ciudad fueron procesados con prisión preventiva, acusados de haber participado en un secuestro extorsivo ocurrido el pasado 17 de mayo en la zona del Bajo Flores. La víctima, un joven de 24 años, permaneció cautiva durante dos horas en su propio vehículo hasta que su familia pagó un rescate de 4.000 dólares y 1.500.000 pesos en Villa Lugano.
La investigación estuvo dirigida por el fiscal federal Eduardo Taiano, a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal N°3, y derivó en los procesamientos dictados por la jueza María Servini, quien además ordenó embargos de 50 millones de pesos para cada uno de los imputados.
Los efectivos alcanzados por la medida son A.N.L. (32), P.O.M. (43) y H.M.D.S. (50), todos inspectores de brigada de la División Investigaciones Comunales (DIC) 4 con asiento en Parque Patricios. Según la acusación, usaron una camioneta Citroën Berlingo oficial -asignada a la dependencia- como vehículo de apoyo para monitorear distintas fases del secuestro.

El cuarto procesado es un joven peruano de 20 años que trabajaba como repartidor en apps de delivery. Su motocicleta, identificada en registros fílmicos, habría sido utilizada tanto en el inicio del hecho como en el cobro del rescate.
La causa señala que la víctima fue engañada a través de una falsa compra de zapatillas publicadas en redes sociales. Al llegar al cruce de las avenidas Perito Moreno y Cruz, fue abordada por dos hombres en moto, uno de los cuales lo amenazó con un arma de fuego y lo obligó a conducir mientras permanecía cautivo. Desde su celular, le exigieron a su familia un rescate, que finalmente se concretó en Villa Lugano.
El joven fue liberado poco después en una plazoleta, tras la entrega del dinero. Además del secuestro, los delincuentes le robaron su celular y las zapatillas que iba a vender, por lo que también fueron imputados por robo agravado con armas.
El análisis de las cámaras del Centro de Monitoreo Urbano y de las grabaciones de la propia sede de la DIC 4 fueron determinantes. En ellas se ve a los tres policías saliendo de la dependencia en la camioneta Berlingo oficial poco antes del secuestro, y luego circulando por los mismos lugares donde estuvo la víctima retenida.
El cruce de datos de geolocalización de los celulares de los imputados, el testimonio de la víctima y el hallazgo de coincidencias en la fisonomía y vestimenta de los acusados reforzaron la acusación.

Al dictar la prisión preventiva, la jueza Servini subrayó la “abrumadora gravedad” de que integrantes de una fuerza de seguridad hayan participado en un secuestro. “Se valieron de su condición de funcionarios policiales para acceder a información sensible y facilitar la maniobra, lo cual aumenta la peligrosidad del accionar y profundiza la afectación a la confianza pública en las instituciones”, advirtió.
Los cuatro acusados fueron alojados en dependencias del Servicio Penitenciario Federal mientras la investigación continúa en busca de otros posibles partícipes y del análisis patrimonial de los procesados.