
En un comunicado emitido recientemente, la entidad que representa a los Colegios y Consejos Médicos de todo el país, destacó que “la medicina no puede reducirse a un trámite virtual de consumo masivo” y subrayó que la atención presencial “es el pilar que garantiza calidad, ética y humanidad en la atención de los pacientes”.
Según el Consejo, reemplazarla por una pantalla “significa degradar y banalizar nuestra profesión, poniendo en riesgo la salud de la población”.
El documento advierte que detrás de la promoción de la teleconsulta “se esconden intereses económicos de corporaciones financieras, tecnológicas y prestadoras de salud, que buscan reducir costos a expensas de la calidad asistencial, precarizar la tarea del médico y mercantilizar la salud de los argentinos”.
Si bien la teleconsulta puede ser “una herramienta complementaria útil en ciertos seguimientos o interconsultas entre profesionales”, se rechaza de manera contundente que se imponga como modelo de atención. Entre los riesgos mencionados se destacan:
Finalmente, el Consejo reivindicó la atención presencial “como un patrimonio ético, científico y social” y convocó a las autoridades nacionales y provinciales “a no permitir que la salud se convierta en un negocio deshumanizado”.