17/09/2025 - Edición Nº953

Internacionales

Justicia y política

La condena a Jair Bolsonaro: ¿un final o un nuevo comienzo?

16/09/2025 | El expresidente brasileño recibió una sentencia de 27 años, aunque expertos aseguran que podría acceder a beneficios, amnistías o indultos.



El exmandatario brasileño Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años y 3 meses de prisión por su presunta participación en un intento de revertir los resultados electorales de 2022. Sin embargo, lejos de ser el final de su carrera política, la sentencia abre un nuevo capítulo en el que las herramientas legales y el apoyo popular podrían convertirse en aliados clave para su futuro.

Aunque la cifra de años impresiona, juristas coinciden en que en Brasil es raro que un político de alto perfil cumpla la totalidad de su pena. En la práctica, los beneficios de la legislación penal permiten la reducción de la condena, el acceso a regímenes abiertos o incluso el arresto domiciliario tras cumplir una fracción de la pena. Este escenario mantiene viva la expectativa entre sus seguidores de que Bolsonaro no permanecerá tras las rejas tanto tiempo como indica la sentencia.

Salidas legales posibles

El sistema judicial brasileño contempla que un condenado pueda pasar a un régimen más flexible después de cumplir alrededor de una sexta parte de su condena. Esto significaría que Bolsonaro, con buena conducta y apelaciones en curso, podría recuperar su libertad parcial en un plazo mucho menor al que dicta el fallo inicial.

Además, sus abogados ya trabajan en recursos que podrían reducir aún más la pena. En paralelo, se discuten en el Congreso iniciativas de amnistía que, de prosperar, permitirían revisar condenas vinculadas a hechos políticos. Para muchos de sus aliados, este camino es legítimo, considerando que el expresidente sigue siendo un actor central en la democracia brasileña.

El papel de la política

Más allá de lo jurídico, la política tendrá un rol decisivo. Sectores del Congreso han planteado la posibilidad de impulsar un indulto presidencial tras las elecciones de 2026. Un cambio de gobierno podría favorecer la liberación de Bolsonaro, en sintonía con el amplio respaldo social que todavía conserva, especialmente en regiones del sur y centro-oeste del país.

Al mismo tiempo, la eventual reconfiguración del Supremo Tribunal Federal, con nuevos nombramientos o cambios internos, abre la puerta a revisar condenas dictadas en un contexto que muchos califican como altamente politizado. Para sus seguidores, no se trata de impunidad, sino de equilibrar un sistema judicial que ha mostrado sesgos.

Una figura que resiste

Pese a la dureza de la sentencia, Bolsonaro mantiene una base política sólida que lo respalda en las calles y en el Congreso. El expresidente se presenta como un perseguido político, lo que refuerza su narrativa de resistencia y lo conecta aún más con sus simpatizantes. La condena, en lugar de silenciarlo, podría consolidarlo como un mártir político en la historia reciente de Brasil.

En este contexto, los próximos meses serán clave para definir si la prisión de Bolsonaro se convierte en un punto final o en el preludio de un eventual retorno. Lo cierto es que las herramientas legales y políticas están sobre la mesa, y el expresidente ya ha demostrado que sabe convertir la adversidad en oportunidad.

Dudas sin respuestas 

La condena de Jair Bolsonaro es histórica, pero no necesariamente definitiva. Las vías legales, los beneficios penitenciarios, la presión social y el juego político ofrecen escenarios plausibles para que el expresidente no cumpla la totalidad de la pena. Su figura sigue siendo central en la política brasileña, y lejos de ser marginado, podría emerger con más fuerza.

Para sus seguidores, Bolsonaro no solo enfrenta un proceso judicial, sino una prueba de resiliencia que pondrá en evidencia si la justicia brasileña actúa con imparcialidad o bajo motivaciones políticas. En cualquier caso, el expresidente mantiene abiertas varias salidas que podrían devolverlo a la arena política antes de lo previsto.