25/11/2025 - Edición Nº1022

Internacionales

Acuerdo comercial

Mercosur y EFTA sellan pacto que impacta en 300 millones de personas

17/09/2025 | El tratado conecta a Sudamérica con Europa, abriendo nuevas oportunidades económicas.



Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay concretaron un paso histórico al firmar, el pasado 16 de septiembre en Río de Janeiro, un tratado de libre comercio con los cuatro países que integran la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA): Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. El acuerdo crea un mercado ampliado que involucra a casi 300 millones de personas y un producto bruto combinado que supera los 4,3 trillones de dólares.

El pacto busca reducir aranceles, facilitar la circulación de bienes y servicios y generar un marco más previsible para las inversiones. Para el Mercosur, significa diversificar sus vínculos más allá de los tradicionales socios de la Unión Europea y Estados Unidos, mientras que para la EFTA representa ampliar su acceso a la pujante región sudamericana.

La negociación no fue sencilla: se extendió durante más de una década con sucesivas rondas técnicas y encuentros ministeriales. Uno de los puntos clave fue la apertura gradual de sectores sensibles, como la industria automotriz, los lácteos y los productos agrícolas, que suelen generar tensiones entre las economías latinoamericanas y europeas.

El tratado incluye capítulos específicos sobre acceso a mercados, propiedad intelectual, servicios, inversión, compras públicas, comercio electrónico y desarrollo sostenible. Además, contempla mecanismos de solución de controversias y compromisos para evitar prácticas desleales, lo que da mayor seguridad jurídica a empresas e inversores.

La EFTA, fundada en 1960 como alternativa a la Comunidad Económica Europea, ha firmado más de 30 tratados comerciales en todo el mundo. Sus miembros, aunque no pertenecen a la Unión Europea, han consolidado economías de alto nivel de desarrollo con gran presencia en sectores como la banca, la energía, la pesca y la innovación tecnológica.

Por su parte, el Mercosur, creado en 1991, sigue buscando consolidarse como un bloque atractivo para los inversores extranjeros. El acuerdo con la EFTA se suma a una agenda de apertura internacional que busca potenciar las exportaciones agrícolas, los alimentos procesados y la energía, mientras se abren oportunidades para que los países sudamericanos accedan a bienes de capital, insumos de alta tecnología y servicios especializados.

Otro aspecto destacado es que el tratado prevé cláusulas de sustentabilidad ambiental: los países firmantes se comprometen a promover el uso responsable de los recursos naturales, fomentar la transición energética y aplicar políticas alineadas con los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático. Los gobiernos de ambos bloques subrayaron que la firma del tratado no solo apunta a dinamizar el comercio bilateral, sino también a estrechar la cooperación en temas estratégicos como el desarrollo digital, la innovación y la protección ambiental, factores clave en la economía global actual.