
La Cámara de Diputados abrió, minutos después de las 13, una sesión clave para definir el futuro de los vetos firmados por Javier Milei sobre la ley de financiamiento universitario y la de emergencia pediátrica para el Hospital Garrahan.
El debate promete ser áspero y con final incierto: para insistir con las normas aprobadas por el Parlamento se requiere una mayoría agravada de dos tercios, algo que hoy parece difícil de alcanzar.
La oposición logró reunir el número justo para habilitar la discusión gracias al respaldo de varios bloques aliados, aunque el verdadero desenlace dependerá de los legisladores que responden a los mandatarios provinciales. El Gobierno, en los últimos días, transfirió más de $12.500 millones en Aportes del Tesoro Nacional a Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, un gesto que desde Unión por la Patria calificaron como un intento de presión sobre los gobernadores.
Afuera del Congreso, la Marcha Federal concentra a médicos, pacientes, estudiantes y docentes, que exigen a los diputados dar marcha atrás con las decisiones presidenciales. También se suman los jubilados, con su protesta habitual contra el plan económico del oficialismo y la situación crítica de los adultos mayores.
El clima dentro y fuera del recinto refleja una jornada de máxima tensión política, donde el desenlace dependerá del fino equilibrio entre la presión social en las calles y la negociación con las provincias en el Parlamento.