18/09/2025 - Edición Nº954

Internacionales

Tensión hemisférica

Maduro, entre la fuga y el arresto: el ultimátum de EE.UU.

17/09/2025 | Washington combina presión militar y amenazas directas mientras Caracas responde con despliegues armados y acusaciones de manipular la opinión pública.



La confrontación entre Estados Unidos y el régimen de Nicolás Maduro ha alcanzado un nuevo punto de tensión, marcado por amenazas abiertas, movimientos militares y una narrativa de confrontación psicológica. Desde Washington se busca ejercer un "psicoterror" sobre la cúpula chavista, en un intento de quebrar la cohesión interna de las Fuerzas Armadas venezolanas y acelerar un posible desenlace político.

El detonante reciente fue la destrucción de tres embarcaciones en el Caribe, acusadas de servir al narcotráfico vinculado a sectores del chavismo. A partir de este episodio, la Casa Blanca ha multiplicado sus advertencias, insinuando que la escalada podría alcanzar directamente a la figura presidencial. El presidente estadounidense ha enmarcado esta ofensiva como una lucha contra el crimen organizado con raíces políticas.

Mensajes de Washington

El discurso de figuras republicanas como Mario Díaz-Balart y Bernie Moreno se ha alineado con el endurecimiento oficial, al advertir que Maduro enfrenta tres opciones: "huir, ir preso o morir". A ello se suma la retórica de Marco Rubio, quien ha encabezado la presión política en el Congreso, calificando al mandatario como un criminal que debe ser removido cuanto antes.

En este contexto, Estados Unidos ha desplegado operaciones militares disuasivas en el Caribe, buscando enviar una señal inequívoca a Caracas. Estas maniobras no solo refuerzan el mensaje de fuerza, sino que también buscan generar un clima de desgaste psicológico en las filas chavistas y en la población venezolana.

Reacción del chavismo

La respuesta del régimen venezolano no se ha hecho esperar. Caracas ha ordenado demostraciones de poder militar, incluyendo ejercicios en zonas fronterizas y la movilización de milicias civiles. Sin embargo, para observadores internacionales, estos gestos son más una muestra de desesperación que de verdadera fortaleza, en un intento de ocultar las fisuras internas.

Al mismo tiempo, el aparato comunicacional oficial insiste en denunciar una supuesta estrategia de manipulación mediática internacional, acusando a Estados Unidos de fabricar una narrativa para justificar intervenciones. Pero estos argumentos resultan cada vez menos convincentes, en un país marcado por la crisis económica y la pérdida de confianza en sus instituciones.

Escenarios en disputa

En paralelo, opositores venezolanos en el exilio y gobiernos aliados como el de Nayib Bukele en El Salvador alimentan la percepción de que el ciclo chavista se acerca a su final. La combinación de presión externa y malestar interno se presenta como una ecuación que podría precipitar cambios, aunque el desenlace sigue siendo incierto.

El escenario regional también juega un papel clave. La escalada retórica y militar entre Washington y Caracas reaviva los temores de un conflicto con repercusiones en la seguridad del Caribe y Sudamérica, generando dudas sobre la capacidad de los organismos multilaterales para evitar un desenlace violento.

Entre la espada y la pared 

La estrategia estadounidense tiene como objetivo principal quebrar la percepción de control de Maduro, y podría estar logrando avances en ese sentido. Aunque el chavismo ha demostrado resiliencia frente a crisis anteriores, el grado de presión actual representa un desafío mucho mayor. La probabilidad de que el régimen se fracture internamente es significativa (50%), en gran parte por la erosión de su legitimidad y la presión social acumulada.

En un tablero marcado por amenazas abiertas y demostraciones de fuerza, el riesgo de escalada es alto. Estados Unidos apuesta por el desgaste psicológico y militar, mientras Maduro se aferra a una narrativa cada vez menos creíble de resistencia. El desenlace dependerá de la capacidad del chavismo para sostener su cohesión, pero todo apunta a que el margen de maniobra del régimen se reduce rápidamente.