
La senadora María José Pizarro, figura destacada del Pacto Histórico y precandidata presidencial, manifestó su preocupación frente a las determinaciones que el Consejo Nacional Electoral (CNE) debe adoptar en los próximos días. Según indicó, está en juego no solo su candidatura, sino también la posibilidad de que la izquierda logre presentarse unida en la contienda del 26 de octubre.
Pizarro recalcó que no existen fundamentos legales para cercenar los derechos políticos de quienes buscan participar en igualdad de condiciones. En ese sentido, alertó que una eventual negativa del CNE a avalar la unión de fuerzas progresistas podría interpretarse como una decisión con trasfondo político, lo que socavaría la confianza ciudadana en el organismo electoral.
La congresista resaltó la importancia de que las mujeres ocupen un papel protagónico en la próxima etapa política del país. Aseguró que Colombia necesita un liderazgo femenino firme y transformador, capaz de representar a sectores históricamente marginados de la toma de decisiones.
De acuerdo con Pizarro, la política nacional está dominada por voces masculinas que concentran el debate y excluyen otras miradas. Por ello, insistió en que su candidatura no solo representa un proyecto partidario, sino también la posibilidad de abrir espacios de equidad en el poder.
La dirigente del Pacto Histórico enfatizó que la prioridad en este momento es garantizar la cohesión del bloque progresista, que busca enfrentar a las fuerzas tradicionales. Subrayó que la división sería un error estratégico que podría debilitar la opción de cambio en las urnas.
Asimismo, advirtió que cualquier obstáculo institucional que impida la unidad será percibido como un intento de frenar un proyecto con amplio respaldo social. En su opinión, el progresismo debe mostrarse sin fisuras para consolidar su base y proyectarse con mayor fuerza.
En medio de esta coyuntura, Pizarro también se refirió a la figura del exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien se ha convertido en un competidor directo dentro del mismo espectro político. Para la senadora, es necesario enfrentarlo con propuestas claras y sin miedo, fortaleciendo las propias banderas de la izquierda.
Señaló que la competencia interna no debe convertirse en un factor de desgaste, sino en un ejercicio para consolidar el liderazgo progresista. Sin embargo, advirtió que el progresismo no puede permitirse perder energías en disputas estériles mientras enfrenta un escenario electoral altamente competitivo.
El pronunciamiento de Pizarro se da en un contexto en el que el CNE ha sido cuestionado por supuestas decisiones que afectan de manera desigual a distintos sectores. Para la senadora, la garantía de imparcialidad del organismo es esencial para preservar la confianza en la democracia.
Si el Consejo adoptara una decisión restrictiva, se abriría un precedente que podría tener consecuencias en futuros procesos electorales. En este sentido, Pizarro hizo un llamado a la responsabilidad institucional y a la defensa de la participación política como principio fundamental.
Somos la campaña que SUMA, la campaña alegre, la campaña posible.
— María José Pizarro Rodríguez (@PizarroMariaJo) August 6, 2025
Hoy empieza la segunda etapa del cambio, pueblo querido. #PizarroSí ✊🏼❤️ pic.twitter.com/PgaTsu95YS
El escenario de María José Pizarro refleja el choque entre la necesidad de unidad progresista y los límites que pueden imponer las instituciones. La probabilidad de que el CNE actúe con criterios políticos en lugar de estrictamente legales es significativa, lo que introduce un factor de incertidumbre a semanas de las elecciones.
Aun así, el peso simbólico de su postura como mujer líder en un espacio dominado por hombres le otorga un valor estratégico dentro del progresismo. Si logra consolidar respaldo más allá de su movimiento, podría convertirse en un punto de referencia para la reconfiguración del panorama político colombiano.