24/10/2025 - Edición Nº990

Internacionales

Conflicto fronterizo

Tailandia y Camboya vuelven a chocar en zona límite con heridos

18/09/2025 | Tropas y civiles protagonizan enfrentamientos en un territorio reclamado por ambos.



La frontera entre Tailandia y Camboya volvió a ser escenario de tensión este miércoles, cuando la policía tailandesa utilizó gases lacrimógenos y balas de goma contra manifestantes camboyanos en un asentamiento disputado. Al menos 23 personas resultaron heridas del lado camboyano, mientras que funcionarios tailandeses también sufrieron lesiones, según reportes oficiales de ambos países.

El enfrentamiento ocurrió en un área cuya soberanía es reclamada por ambos Estados: Tailandia la considera parte de su aldea Ban Nong Ya Kaew, en la provincia de Sa Kaeo, y Camboya sostiene que pertenece a Prey Chan, en la provincia de Banteay Meanchey. La disputa tiene raíces históricas profundas: la frontera de 817 kilómetros fue trazada por Francia en 1907 durante la colonización de Camboya, y los desacuerdos sobre su delimitación se han mantenido por más de un siglo.


Frontera compartida entre Camboya y Tailandia.

La zona es especialmente sensible porque combina factores estratégicos y económicos: es rica en recursos naturales, como tierras agrícolas y bosques, y en varias áreas se encuentran templos y patrimonios culturales históricos que ambos países consideran propios. Además, la frontera ha sido escenario de migraciones informales, comercio transfronterizo y asentamientos que complican cualquier demarcación precisa. La combinación de estas variables genera un ambiente donde los conflictos pueden estallar con frecuencia.

En julio pasado, la tensión escaló a un conflicto armado de cinco días que dejó al menos 48 muertos y desplazó temporalmente a cientos de miles de personas. El alto el fuego, negociado en Malasia el 28 de julio, había mantenido relativa calma hasta la reciente violencia.

El primer ministro camboyano solicitó apoyo internacional y del bloque regional ASEAN para frenar lo que describió como “acciones unilaterales” de Tailandia que podrían intensificar el conflicto. Por su parte, el ejército tailandés justificó la intervención, asegurando que respondía a la provocación de unos 200 manifestantes que dañaron barreras y atacaron a las autoridades.

La comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, ha instado a ambas naciones a reducir tensiones y avanzar en acuerdos de observación fronteriza a largo plazo, con la intención de evitar un nuevo estallido en una región marcada por décadas de disputas.