19/09/2025 - Edición Nº955

Economía

Informe INDEC

El mercado laboral se precariza y los especialistas advierten: “Lo peor está por venir”

18/09/2025 | El segundo trimestre mostró más trabajadores informales y menos empleo registrado. El cuentapropismo es la categoría que más crece.



El mercado de trabajo argentino volvió a mostrar, en el segundo trimestre de 2025, las mismas tensiones estructurales que arrastra desde hace años. Según el INDEC, la tasa de desocupación se mantuvo en 7,6%, idéntico nivel al registrado en igual período de 2024. En otras palabras, a pesar del discurso oficial sobre una supuesta mejora en los indicadores sociales -el propio presidente Javier Milei repite que “12 millones de personas salieron de la pobreza”-, los datos oficiales muestran un mundo laboral cada vez más precario, con más trabajadores en la informalidad y con dificultades crecientes para sostener ingresos dignos.

La brecha de género persiste y golpea con fuerza a las mujeres: la tasa de desocupación femenina fue del 8,5%, frente al 6,8% entre los varones. Y el panorama es todavía más duro para las más jóvenes, aquellas que buscan insertarse por primera vez en el mercado laboral: en ese segmento la desocupación trepa al 16,9%, revelando las barreras estructurales de acceso.

A nivel geográfico, el desempleo sigue mostrando realidades muy desiguales. Mientras el promedio nacional se mantiene en torno al 7,6%, en varios aglomerados urbanos el número se dispara a dos dígitos: Resistencia encabeza la lista con 10,3%, seguida por el Gran Buenos Aires (9,8%) y el eje San Nicolás – Villa Constitución (9,3%).

Más empleo, pero informal y de baja calidad

El dato más alarmante del informe no está solo en la desocupación: es la creciente precarización. La tasa de informalidad laboral subió de 41,6% a 43% en un año, lo que implica 226 mil trabajadores más sin cobertura jubilatoria, obra social ni derechos básicos.

Este avance de la informalidad convive con otro fenómeno preocupante: cada vez más personas que tienen un empleo buscan otro, porque sus ingresos no alcanzan. Los llamados “ocupados demandantes” treparon del 16% al 17,1%, es decir, 170 mil trabajadores adicionales que salen al mercado a buscar changas o un segundo ingreso para sostener niveles mínimos de vida, aún en un contexto de inflación moderada.

La nueva realidad: las “changas” como refugio

El detalle por categoría ocupacional refleja con claridad hacia dónde se mueve el mercado laboral argentino:

  • Asalariados totales: cayeron de 33,1% a 32,2% del total de ocupados.
  • Formales (con descuento jubilatorio): retrocedieron de 21% a 20%.
  • Informales (sin descuento jubilatorio): apenas subieron de 12% a 12,1%.
  • Cuentapropistas: crecieron de 10,3% a 10,6%.
  • Cuentapropistas informales (ni siquiera monotributistas): dieron el salto más fuerte, pasando de 13,8% a 14,7% en apenas un año.

Este último grupo -que incluye desde vendedores ambulantes o trabajadores a destajo- es el que más crece. En criollo: cada vez menos personas perciben un salario en blanco, mientras más argentinos sobreviven a través de changas o actividades de subsistencia.

Lo peor está por venir

Los datos no dejan lugar a dudas: la Argentina avanza hacia un esquema en el que el empleo asalariado formal pierde peso y el cuentapropismo informal gana terreno. La promesa de modernización y “liberación de las fuerzas productivas” que pregona el Gobierno se traduce, en la práctica, en un mercado de trabajo con más inestabilidad, menor cobertura social y menor calidad de vida para los trabajadores.

Y lo que se ve en este segundo trimestre es apenas una foto atrasada. El propio INDEC advierte que los números corresponden a un período “que ya queda lejos”. Todo indica que el tercer trimestre mostrará un deterioro aún mayor, en línea con la recesión en curso, la caída del consumo y la falta de inversión productiva.