
La Legislatura bonaerense aprobó este jueves una ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos con pantallas en las aulas de las escuelas primarias. La medida, impulsada por el senador Emmanuel Santalla (La Cámpora) y la senadora Lorena Mandagarán (UCR-Cambio Federal), busca “proteger la atención de los estudiantes y promover un uso responsable de la tecnología desde la infancia”.
La norma establece que los dispositivos solo podrán utilizarse con fines pedagógicos y bajo autorización del docente. Además, contempla campañas de concientización en escuelas y centros de salud, así como la creación de un marco de reglamentación que deberá definirse en los próximos 180 días, lo que demoraría su plena vigencia hasta 2026.
Los autores del proyecto advirtieron que el 54% de los alumnos reconoce distraerse en clase por el celular, y que los resultados del Operativo Aprender 2024 muestran que más de la mitad de los estudiantes se ubican por debajo del nivel básico en Matemática. “Es necesario reducir distractores y fortalecer la enseñanza”, argumentaron.
En contraste, el director general de Escuelas bonaerenses, Alberto Sileoni, manifestó su rechazo a las restricciones, al considerar que los celulares también pueden ser una herramienta pedagógica si se los utiliza de manera adecuada.
La ley alcanzará a 1,5 millones de estudiantes de primaria y más de 500.000 del nivel inicial en 11.300 establecimientos educativos, tanto públicos como privados.