
El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) ha confirmado el cierre inminente de Cine Ar TV, la señal de televisión abierta que formaba parte de la Televisión Digital Abierta (TDA) y que por años promovió el cine argentino en hogares de todo el país. Esta decisión se enmarca en un proceso de desmantelamiento progresivo de las áreas dedicadas a la difusión cinematográfica nacional, dejando en vilo el futuro de la plataforma de streaming Cine Ar Play. El anuncio, realizado por el gerente general del organismo, Carlos Vargas Eguinoa, a un puñado de empleados restantes, subraya la continuidad de un vaciamiento institucional que ha marcado la gestión actual, priorizando recortes sobre la preservación cultural.
La medida llega tras una drástica reducción de personal en 2024, que dejó solo diez operarios -cinco fijos y cinco temporales- a cargo de mantener en pie tanto la señal televisiva como la plataforma digital. Esta escasez de recursos generó una sobrecarga laboral extrema, haciendo insostenible la operación de servicios clave para la industria audiovisual argentina. En una reunión el martes pasado, Vargas presionó a los empleados permanentes, muchos con más de dos décadas de experiencia en el INCAA, para que en un plazo de diez días elijan entre un retiro voluntario o un pase a disponibilidad. Para los contratistas, se prometió una renovación de sus vínculos laborales solo hasta fin de año, lo que acelera la disolución de equipos esenciales.
El cierre de Cine Ar TV no responde tanto a una crisis económica grave como a una elección estratégica de la administración. Según datos oficiales del propio INCAA, el mantenimiento anual de Cine Ar TV, Cine Ar Play y la unidad de estrenos representa apenas 330.000 dólares -equivalentes a unos 495 millones de pesos al tipo de cambio actual-, lo que equivale a menos del 1% del presupuesto total del organismo, que ronda los 53 mil millones de pesos.
Con la desaparición de la señal televisiva, el foco ahora recae en Cine Ar Play, cuya privatización emerge como el plan principal del INCAA. La idea es transferir la plataforma a manos privadas si surge un interesado, aunque fuentes internas indican que las exploraciones para monetizarla de forma autónoma no han avanzado significativamente. De no concretarse una venta, el cierre total no parece descartado, lo que generaría un vacío en el acceso digital al cine argentino. Lanzada en 2015 y desarrollada con tecnología propia por expertos de ARSAT, la plataforma opera en el centro de datos nacional, se financia en pesos y ha acumulado más de dos millones de usuarios registrados, tanto en el país como en el exterior.