02/10/2025 - Edición Nº968

Internacionales

Seguridad regional

Tensión en el Caribe: el movimiento de EE.UU. que podría cambiar todo

20/09/2025 | Washington ha movilizado destructores, buques anfibios y un submarino para reforzar operaciones del Comando Sur, en medio de tensiones políticas.



El Comando Sur de Estados Unidos, con sede en Doral, Florida, confirmó un refuerzo de su presencia militar en el Caribe. La medida incluye el despliegue de tres destructores, dos buques de desembarco, un buque de asalto anfibio, un crucero lanzamisiles y un submarino de combate. Según la administración de Donald Trump, el objetivo oficial es enfrentar amenazas transnacionales como el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo.

La decisión se produce en paralelo a la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a la sede del Comando Sur, donde mantuvo reuniones con altos mandos militares. La agenda, según trascendió, estuvo centrada en la coordinación de operaciones conjuntas y en el refuerzo de la cooperación regional para frenar redes ilícitas que operan en el Caribe y América Latina.

Un despliegue estratégico

Entre las naves identificadas se encuentran el USS Gravely y el USS Jason Dunham, ambos destructores de misiles guiados; el USS San Antonio y el USS Fort Lauderdale, buques de transporte anfibio; el USS Iwo Jima, buque de asalto anfibio; el USS Lake Erie, crucero lanzamisiles; y el USS Newport News, submarino de ataque. La flota, según fuentes militares, refuerza la capacidad de disuasión de Washington en una zona de alto valor geopolítico.

La movilización, sin embargo, también alimenta interpretaciones. Aunque Washington insiste en que la operación responde a un plan regional contra el crimen, analistas en la región señalan que el despliegue podría estar orientado a ejercer presión sobre el gobierno de Venezuela, que enfrenta nuevas sanciones internacionales y mantiene una relación conflictiva con Estados Unidos.

Reacciones y dudas

Desde Caracas, sectores cercanos al chavismo han denunciado el despliegue como una maniobra intimidatoria y como antesala de posibles provocaciones militares. En contraste, opositores venezolanos consideran que la presencia naval de Estados Unidos puede servir como un factor de disuasión frente a abusos del régimen de Maduro y un respaldo indirecto a la presión diplomática internacional.

En el ámbito internacional, gobiernos de la región observan con cautela la situación. Mientras países como Colombia y República Dominicana han reforzado su coordinación con Washington, otros actores expresan preocupación por una eventual militarización del Caribe que complique el equilibrio regional.


Fuente: Caracol Radio. 

Demostración de poder 

El despliegue militar estadounidense en el Caribe es una muestra del interés de Washington en mantener influencia en su área estratégica más cercana. Aunque el discurso oficial subraya la lucha contra amenazas globales, las implicaciones políticas son ineludibles: la operación ocurre en un momento de creciente tensión con Venezuela y en un contexto de rivalidad geopolítica con potencias como Rusia y China.

De momento, el mensaje es claro: Estados Unidos quiere reforzar su presencia y proyectar poder en el Caribe. Lo que está por definirse es si esta estrategia se quedará en el terreno de la disuasión o si será el preludio de un escenario de confrontación más abierto.