
Las elecciones municipales en Renania del Norte-Westfalia (NRW), el estado más poblado de Alemania, marcaron un avance histórico para AfD, que alcanzó el 14,5% de los votos. El resultado casi triplica su desempeño en los comicios de 2020 y lo convierte en la tercera fuerza política de la región, detrás de la CDU y el SPD. El crecimiento confirma que el partido ha dejado de ser un fenómeno aislado del este del país para convertirse en un actor relevante en todo el territorio.
La victoria principal fue para la CDU de Friedrich Merz, que obtuvo el 33,3% y consolidó su posición como primera fuerza. Sin embargo, la noticia de la jornada fue el ascenso de AfD, que logró imponerse en segundas vueltas en varias ciudades industriales, tradicionalmente dominadas por el SPD. Analistas destacan que el voto hacia AfD refleja un cansancio con el establishment político y una demanda de respuestas más claras a los desafíos sociales y económicos.
Entre las razones que explican el avance de AfD se encuentra la preocupación ciudadana por la inmigración, un tema que ha estado en el centro del debate nacional. AfD supo capitalizar esa inquietud con un discurso directo, prometiendo mayor control fronterizo y políticas más firmes de integración. Además, la crisis económica, el aumento del costo de vida y la inseguridad en algunas zonas urbanas impulsaron a muchos votantes a buscar una alternativa distinta a los partidos tradicionales.
El partido también ha ganado terreno entre los jóvenes, gracias a un mensaje que combina crítica al statu quo y defensa de la identidad nacional, con un estilo comunicativo adaptado a las redes sociales. Este perfil renovado le ha permitido llegar a sectores que hasta ahora eran escépticos de su propuesta.
El avance de AfD en NRW representa un punto de inflexión en la política alemana. Ya no se trata de un partido confinado al este del país, sino de una opción que gana fuerza en el corazón industrial de Alemania. Este resultado obligará a la CDU, al SPD y a Los Verdes a replantear sus estrategias y reconocer que existe una parte significativa del electorado que exige cambios profundos.
Aunque no alcanzó la victoria, AfD salió de estas elecciones con un triunfo político: consolidarse como alternativa realfrente a los partidos tradicionales. Con este impulso, el partido se prepara para jugar un rol cada vez más decisivo en los próximos comicios regionales y federales.
🚨BREAKING: For the first time, AfD has polled first in every major national poll in Germany this week
— Inevitable West (@Inevitablewest) September 19, 2025
Radical change is coming… 🇩🇪 pic.twitter.com/PsPAfFLUZK
El 14,5% logrado en Renania del Norte-Westfalia demuestra que AfD ha pasado de ser un partido marginal a convertirse en un actor con peso propio en el sistema político alemán. Su avance expresa un descontento ciudadano legítimo y una búsqueda de nuevas respuestas frente a los problemas cotidianos. De cara al futuro, la gran pregunta es si AfD podrá sostener este crecimiento y transformarlo en una fuerza capaz de disputar el poder a nivel nacional.