por Mikel Viteri
El gobierno sirio anunció un plan conjunto con Estados Unidos y Jordania para restablecer la paz en la provincia meridional de Al Sueida, epicentro de violentos enfrentamientos en julio entre comunidades drusas y clanes beduinos. Los choques dejaron cientos de muertos, miles de desplazados y una profunda fractura social que amenaza con desestabilizar aún más a Siria.
El ministro de Exteriores sirio, Asad al Shaibani, explicó que la hoja de ruta contempla el despliegue de fuerzas locales del Ministerio del Interior, el retorno de los desplazados, compensaciones económicas para los afectados y la restauración de servicios básicos. El plan también incluye investigaciones sobre desapariciones y detenciones, además de un proceso de reconciliación comunitaria en la provincia.
El anuncio se realizó en Damasco, acompañado por el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, y el enviado estadounidense, Thomas Barrack. Ambos confirmaron el respaldo de sus países a la iniciativa. Washington destacó que la propuesta busca generar confianza entre las comunidades y favorecer la estabilidad regional en un área marcada por la violencia y la fragmentación.
El respaldo jordano es clave por la cercanía geográfica y los flujos de refugiados que afectan directamente a Ammán. Estados Unidos, por su parte, subrayó que la cooperación con Siria en este caso responde a objetivos humanitarios y de seguridad, más allá de las diferencias políticas.
Los enfrentamientos de julio en Al Sueida surgieron de choques entre grupos drusos y clanes beduinos, que se intensificaron rápidamente e involucraron a facciones armadas y fuerzas gubernamentales. El resultado fue un escenario de desplazamientos masivos y denuncias de abusos, registrados por organizaciones locales.
En respuesta, el gobierno sirio creó un comité de investigación y abrió canales de diálogo con actores internacionales. La violencia en el sur reflejó la fragilidad de los equilibrios internos y la necesidad de mecanismos de mediación más amplios.
Diversos informes sugieren que Israel mantiene contactos con facciones drusas en Al Sueida y ha reforzado su presencia militar en Quneitra y Daraa. Según fuentes citadas por Reuters, Tel Aviv habría suministrado armas y apoyo financiero a milicias locales, aunque estas versiones no han sido verificadas de manera independiente. Las autoridades israelíes no han hecho comentarios oficiales.
Damasco confirmó, en cambio, la existencia de conversaciones indirectas con Israel, bajo mediación estadounidense, centradas en establecer entendimientos de seguridad en el sur. Estos diálogos, de carácter preliminar, abordan la posibilidad de una franja desmilitarizada y la reducción de tensiones en la frontera, sin tocar por ahora la cuestión de los Altos del Golán.
Después de que los beduinos en Siria masacraron y abusaron de los drusos sirios, ahora están huyendo.
— Avia Levi (@Israel_Avia) July 17, 2025
Nuestro mundo hipócrita dirá que ellos son las víctimas.
Me recuerda lo que ocurrió con Hamás: invadieron, violaron, asesinaron y quemaron con brutalidad, y luego, cuando llegó… pic.twitter.com/xPtA4CWMjY
La provincia de Al Sueida se mantiene en un frágil equilibrio. Mientras su ciudad principal permanece bajo control de fuerzas locales drusas, gran parte del territorio sigue en manos del gobierno central. La implementación del plan conjunto será decisiva para determinar si la región puede encaminarse hacia una estabilidad duradera.
El desafío inmediato será generar confianza entre comunidades históricamente enfrentadas y garantizar que las promesas de compensación y reconciliación se traduzcan en hechos concretos. La comunidad internacional observa con cautela, consciente de que este plan podría convertirse en un modelo de cooperación o, por el contrario, en un intento fallido más en el complejo tablero sirio.