
En el Living de NewsDigitales, el referente de la Lista Celeste denunció proscripción sistemática, fraude electoral y vaciamiento de la obra social, OSBA. Con cifras alarmantes sobre los salarios de los estatales y un llamado a la democratización sindical, exige poner fin a una conducción que convirtió al gremio en un feudo familiar.
Carlos Elías, de 58 años, se ha convertido en la voz más combativa contra la conducción de Amadeo Genta al frente del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad (SUTECBA). “El secretario general tiene 89 años y va por otra reelección. El tesorero tiene 83. Y ahora pusieron a sus hijos como adjunto y secretario. Convirtieron al sindicato en un club familiar. Los cargos no se heredan, se ganan al lado de los compañeros”, lanzó en El Living de NewsDigitales.
Con un padrón que cayó de 60.000 a 35.000 afiliados, SUTECBA sigue siendo clave: es quien firma los convenios colectivos y las paritarias con el Gobierno de la Ciudad, de las que dependen 105.000 municipales y 350.000 afiliados a la obra social OSBA. “Si no hay democracia interna, los trabajadores quedamos a la deriva”, advirtió Elías.
El referente recordó que en 2021 su lista cumplió con los requisitos estatutarios para competir, reuniendo 440 candidatos en plena pandemia. Sin embargo, fueron proscritos a último momento. “La Justicia nos dio la razón un año después, cuando ya era tarde. Y mientras tanto siguieron llenando urnas con sobres. Declararon 23.000 votantes, pero las cámaras muestran que votaron apenas 5.800. Eso, en cualquier lugar del mundo, sería un escándalo”, denunció.
Incluso llevaron el reclamo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2022, exigiendo libertad sindical. “No puede ser que en Argentina exista un sindicato donde en 42 años no haya competencia interna real. Esto no es democracia, es feudalismo sindical”, disparó.
Elías no solo apuntó contra la falta de democracia, sino también contra la entrega de derechos laborales. “Antes entrabas al Gobierno de la Ciudad como contratado y pasabas a planta permanente. Hoy la mayoría son monotributistas. Un monotributista gana $400.000, un trabajador con 38 años de antigüedad apenas $700.000. Con eso no se paga ni un alquiler en Buenos Aires. Estamos por debajo de la línea de pobreza”, detalló.
Él mismo es ejemplo de esa realidad: “Yo gano $830.000, y con los embargos por enfrentarme a esta conducción, me queda menos todavía. Esa es la vida de los trabajadores municipales: salarios que no alcanzan, precarización y paritarias firmadas a espaldas de la base”.
El vaciamiento de la obra social OSBA fue otro de los ejes más críticos: “Ya la vaciaron dos veces. Hoy los trabajadores esperan seis meses para un turno con un especialista. Son 300.000 personas a la deriva. La salud de los municipales está en manos de quienes solo piensan en perpetuarse en el poder”.
Elías cerró con un llamado directo a los trabajadores: “El 9 de octubre quieren volver a hacer lo mismo: lista única, proscripción y abogados carísimos pagados con nuestra plata para seguir tapando la falta de democracia. Por eso digo a los municipales: si logramos que la Justicia nos permita participar, vengan a votar. Hay que terminar con esta farsa. No podemos seguir con un sindicato que negocia salarios de miseria y entrega derechos”.
Carlos Elías lleva años enfrentando a la cúpula de SUTECBA desde la Lista Celeste. Perseguido, hostigado y con compañeros despedidos por enfrentarse a la conducción, insiste en que la renovación es posible y necesaria. Su propuesta es clara: dos mandatos como máximo, límite de edad de 65 años, democratización real y defensa de la salud y los salarios de los estatales.
“Los cargos sindicales no se heredan. Se ganan al lado de los compañeros. Ese es nuestro compromiso. Y vamos a seguir hasta que SUTECBA vuelva a ser de los trabajadores y no de un grupo de familias enquistadas hace medio siglo”, concluyó.