21/09/2025 - Edición Nº957

Agro

Congreso CREA 2025

"Con la inteligencia artificial, no queda otra que jugar en equipo"

20/09/2025 | Sebastián Campanario y Rebeca Hwang explicaron el alcance y el impacto de la IA en el mundo del trabajo



El Congreso CREA 2025 propuso en Tecnópolis un espacio para anticipar cómo las tecnologías emergentes impactarán en los negocios. Allí, el economista y periodista Sebastián Campanario destacó que “la Argentina y otros países de América Latina tenemos una tasa de adopción muy alta de inteligencia artificial generativa”.

En este punto, advirtió que el desafío consiste en “cómo abrazar estas herramientas”, es decir, incorporarlas estratégicamente mientras se las contiene.

Campanario subrayó que este es el momento para los “hacedores”, aquellos que se animan a probar y aprender antes que el resto, porque la IA avanza a una velocidad que deja obsoletos los conocimientos tradicionales de un día para el otro. “La tasa de retorno que realmente importa es la tasa de retorno en aprendizaje”, remarcó.

La disrupción que viene

Con una presentación virtual desde San Francisco, la emprendedora y educadora Rebeca Hwang coincidió en que la disrupción es inminente: “Estamos muy cerca de un momento de equiparación entre el ser humano y la máquina”, señaló, y planteó que la pregunta clave ya no es qué puede hacer la inteligencia artificial, sino qué queremos los humanos delegar o conservar.

Durante su exposición, Campanario explicó que la cantidad de herramientas disponibles crece a un ritmo difícil de asimilar. “En diciembre pasado el sitio “There's an AI for that” (Hay una IA para eso) reunía 17.000 herramientas de IA. Hoy son más de 40.000. En menos de seis meses aparecieron 25.000 opciones nuevas”, ejemplificó.

Esto deja en claro que el conocimiento ya no se concentraba en instituciones académicas de élite, sino en plataformas abiertas y dinámicas.

El periodista propuso “abrazar” estas tecnologías en un doble sentido: aprovecharlas y, a la vez, contener su impacto. “Como los boxeadores que abrazan al contrincante para evitar un golpe, debemos acercarnos a la IA para que no se escape demasiado”, sostuvo. A su juicio, el aprendizaje estratégico y el error controlado son hoy las vías más efectivas para incorporar las herramientas.

La ventaja cultural

Campanario valoró, además, que la región tenga una ventaja cultural. “Es una tecnología conversacional y a los latinos nos gusta charlar”, dijo. En ese contexto, planteó que el indicador más valioso ya no es la rentabilidad económica sino la “tasa de retorno en aprendizaje”, porque en entornos de cambio acelerado el conocimiento adquirido determina la supervivencia de los proyectos. 

Campanario: "Con la IA no hay otra que jugar en equipo".

Esa visión, dirigida a un público empresario, buscó inspirar a quienes deben tomar decisiones estratégicas en contextos de innovación continua.

Frente a este escenario, advirtió que la colaboración resultaba ineludible. “Con la IA no hay otra que jugar en equipo, porque el cambio es tan grande que no lo puede afrontar solo un departamento de recursos humanos, de tecnología o de gestión. Los proyectos exitosos son los que combinan todas las áreas”, afirmó.

Habilidades humanas para la era de las máquinas

Hwang profundizó en las implicancias de la inteligencia artificial sobre los perfiles laborales. Cofundadora de startups en Silicon Valley y América Latina, y con experiencia docente en Stanford, explicó que la pregunta central ya no es qué puede hacer la tecnología sino qué tareas deseen tercerizar los seres humanos. “Si algo no lo puede hacer hoy la IA, en menos de 12 meses probablemente lo hará”, advirtió.

La oradora citó un informe del Foro Económico Mundial que anticipaba la obsolescencia de habilidades tradicionalmente valoradas, como la programación, la matemática o la escritura técnica. Incluso la mentoría y la enseñanza formal, ámbitos en los que se desempeña, tendrían un horizonte de reemplazo. “Yo tengo un título de ingeniería del MIT y prácticamente todo lo que aprendí formalmente ya estará obsoleto para 2030”, comentó.

En contrapartida, describió las competencias que ganarán relevancia: autoconocimiento, curiosidad, influencia social, empatía, resiliencia y capacidad de adaptación. “El ‘chamuyo’ va a ser monetizable en el futuro”, dijo con humor, aludiendo a la habilidad para comunicarse, persuadir y generar vínculos humanos. También destacó que la atención al cliente y el marketing, históricamente menos remunerados que la programación, invertirán su jerarquía a medida que la automatización avance.

Hwang: "El ‘chamuyo’ va a ser monetizable en el futuro".

Hwang remarcó que la inteligencia artificial plantea un desafío competitivo inmediato. “Si un competidor ya está usando IA, no hay otra opción que también usarla, porque es una ventaja insuperable”, señaló. Para sobrevivir, recomendó ser proactivos en la creación y reinvención de los propios roles. Compartió ejercicios que realiza con sus estudiantes para medir adaptabilidad: “Los que ganaron fueron los que se animaron a cambiar de estrategia en medio del juego”, relató.

Finalmente, sugirió que las organizaciones revisen los criterios de selección de personal. “El desafío es crear equipos lo más resilientes y diversos posible, con antecedentes y experiencias no convencionales. Vamos a tener que cambiar las métricas con las que evaluamos a los candidatos para medir flexibilidad y versatilidad”, concluyó.