
En diálogo con NewsDigitales, el dueño de una empresa bonaerense dedicada a la fabricación de saunas, jacuzzis y piscinas, Gastón Nuzzolese, trazó un duro diagnóstico sobre la situación de las pymes en la Argentina. Con tasas de interés por encima del 100%, baja del consumo y un mercado paralizado, asegura que hoy “no existe inversión posible” y que las reglas de juego se vuelven cada vez más hostiles.
A un año de la entrada en vigencia de la Ley Bases, el empresario afirmó que las reformas laborales quedaron a mitad de camino: ningún abogado recomienda contratar bajo la figura de monotributista colaborador, lo que convierte a la iniciativa en letra muerta frente a la resistencia sindical y la falta de claridad legal.
Más allá de los matices, advierte que el Gobierno acierta en la baja de la inflación pero fracasa en lo político, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo volvió a ganar con holgura pese a una gestión provincial “desastrosa”. Y alerta: “Las pymes no tenemos voz ni representación concreta para ser escuchadas”.
-Ya pasaron dos semanas de las elecciones pero no vemos que los principales animadores de los comicios hablen de las pymes, y la pregunta es esa: ¿cómo están las pymes hoy en la Argentina?
-Las pymes no estamos viviendo una situación diferente de la que está viviendo el consumidor o la persona de pie, porque sufrimos todas las variables. Sufrimos la volatilidad que hay con las variables económicas, igual que una persona común, potenciado porque tenemos gente a cargo, tenemos gastos fiscales muy altos, y la situación realmente es compleja.
-¿Qué análisis hacen sobre el contexto en el que asistimos al proceso electoral?
-La realidad es que uno esperaba -por ahí con un mejor resultado electoral- que el gobierno pudiera tener más apoyo para poder bajar las tasas de interés y mostrar alguna flexibilidad en la macroeconomía, pero bueno, eso vemos que no está pasando. Al contrario, la tasa sigue muy alta. Esto no es algo nuevo porque viene pasando casi desde un mes y medio que estamos conviviendo con tasas de interés de arriba de 100 puntos, y eso nos pega de lleno. Le pega a nuestro consumidor, que quiere sacar un préstamo y no puede, le pega al que quiere refinanciar la tarjeta y le sale carísimo, o a nosotros que queremos tomar un crédito.
-Una tasa alta es como si te dijeran que no inviertas...
-La tasa que uno tiene que mirar es altísima, entonces no hay ninguna inversión que te cierre. Eso hace que haya un parate para las pymes y en la economía en general. Es un cachetazo atrás del otro. En el sector pyme no tenemos una voz o una representación concreta para poder ser interlocutores, para poder hablar directamente con el Gobierno, entonces la situación es compleja y la realidad es que no se ve un futuro muy alentador para adelante.
-Decís que con un resultado electoral más favorable al Gobierno se podría ser optimista pero también tenemos que todo lo que estamos viviendo es producto de esta política económica ¿El problema es que el Gobierno hace las cosas mal o que no tiene apoyo suficiente para llevar adelante su plan?
-El Gobierno ha acertado en algunas cosas, como por ejemplo en la baja de la inflación. Es innegable para todo empresario que una inflación razonable -esto no es razonable a nivel mundial, pero para la Argentina sí- se agradece y la realidad es que las cosas se están haciendo, en ese sentido, bien. Ahora, el mercado funciona por expectativas. Si el Gobierno tiene poder político y gana elecciones, se traduciría en que lo que quiere hacer le va a llevar menos esfuerzo y lo podría concretar. Entonces al Gobierno, claramente lo que le falta son bancas en el Congreso y si no gana las elecciones no las va a tener.
-¿Al Gobierno le faltó audacia para ir a fondo en algunas reformas o le falló la comunicación para convencer a la gente de que este es el camino correcto?
-Yo creo que tuvieron una visión muy errónea de cómo leer la política en la provincia de Buenos Aires. Tenían el pecho inflado creyendo que ellos solos iban a poder ganar y la gente demostró que no. Ahí le faltó astucia política para hacer alianzas. Esto se vio también en otras provincias que se han desdoblado. No se hicieron alianzas con los gobernadores y perdieron por paliza. Entonces creo que el Gobierno tiene una mala lectura política y tiene que tomar nota.
-¿Qué es lo que podemos esperar en materia económica para las pymes, a partir del triunfo que acaba de obtener el peronismo de izquierda si esto se consolida al 2027?
-Bueno, al menos, esto es una opinión personal: es alarmante ver que el peronismo puede volver. En el caso de la provincia de Buenos Aires ganó, por arriba del 40% de los votos, un gobierno que tiene una desastrosa política económica. No para de ponernos impuestos, no para de aumentar las alícuotas de Ingresos Brutos y la inseguridad es un desastre. Veo que ese mérito de haber ganado la elección no se contrapone con una buena gestión de la provincia. Obviamente, la gente decide y esto es democracia, pero lo que vemos es que tiene una gestión malísima y gana igual. Eso asusta. Sería razonable que aparezca una oposición, peronista o no, con un plan económico sustentable.
-Hoy parece que la contraposición a los libertarios es el caos kirchnerista. Lo que surge es Provincias Unidas, que tiene un enfoque cercano al Gobierno, pero con otros modales. ¿Cómo lo ves? ¿Es razonable apostar por ellos o sería un error?
-Mira, yo puedo hablar de los gobernadores que vos acabas de mencionar, puedo hablar de cómo están sus provincias. La verdad que en el caso de la provincia de Córdoba es una provincia que es sustentable, que no tiene un déficit descabellado, que está bien gestionada. Entonces, si una persona, como puede ser el gobernador de la provincia de Córdoba, demuestra esa gestión en una provincia tan grande como lo es Córdoba, lo veo razonable como potencial candidato, siempre y cuando, digamos, respete lo que son la propiedad privada, unos impuestos razonables.
-Si me pongo en abogado del diablo, te tengo que decir que lo que planteás sería una imposición de agenda de los empresarios al Gobierno...
-No es que el empresariado quiere imponer una agenda, es que si no hay ciertas condiciones, no hay negocio posible, no existe. Entonces, una figura de Provincias Unidas o el candidato que sea posible, tendría que ser muy claro en cómo se planta frente a la sociedad. Y lo veo (a Provincias Unidas) como una alternativa posible porque miro sus provincias y veo que funcionan y que no están endeudadas hasta la cabeza, pero la provincia de Buenos Aires no para de sacar nuevos organismos con una provincia quebrada. Entonces, es irracional.
-Hace poco más de un año se aprobó una reforma laboral a través de la Ley Bases. ¿Cómo impactó eso en el mundo pyme?
-La realidad es que impactó poco, porque si bien está la Ley Bases implementada, a la hora de poder hacerse efectiva en la industria es muy difícil porque los sindicatos tienen sus propios convenios colectivos. Ahí chocan con estas nuevas medidas y como que no hubo una articulación 100% efectiva de cómo se soldaba la nueva Ley Bases con un convenio colectivo de sindicatos, todavía está pendiente una reforma laboral que aclare estos grises.
-Esta reforma permite tomar empleados como monotributistas ¿Eso tampoco se implementó?
-Si una pyme muy chiquita, que en vez de tener a su gente como en un sindicato X, lo quiere poner como monotributistas colaboradores, como una posibilidad que presenta la Ley Bases, es imposible. Ningún abogado te va a decir que lo hagas porque tenés un riesgo laboral y terminás en juicios, donde te destruyen por dos pesos con cincuenta. Entonces, realmente ningún empresario que no quiera arriesgar su empresa se va a animar a implementar las soluciones que se subieron a la Ley Bases sin que esté realmente convalidado con el sindicato. Entonces, ej el ámbito laboral, la Ley Bases no tuvo el alcance que uno esperaba que tenga.
-¿Pensás que puede haber habido ahí un error de cálculo político? Lo digo por el hecho de encarar una reforma tan profunda sin pensar en una reforma constitucional para salirse del problema de la inconstitucionalidad de la Ley Bases.
-Yo creo que para un gobierno democrático, presentar un cambio de Constitución es bastante polémico. Creo que encararlo por ese lado hubiese sido un error político. Para una persona que dicen que es autócrata o lo que fuera, presentar una reforma constitucional era muy arriesgado, más para una persona que no tiene un poder político tan consolidado como Milei.
-Para cerrar, hoy estamos en un escenario de bajo consumo, baja producción y difícil acceso al crédito. ¿Cuáles son las expectativas para el año que viene?
-Las expectativas, al menos lo que a mí me respecta, es que esto tiene que cambiar. No existe un mercado, una economía que funcione con este nivel de tasas de interés. La realidad es que mi expectativa y mi deseo es que logren encontrar la forma de hacer que las tasas bajen y que todo empiece a reactivarse. Si vos me preguntas a mí si invertiría para ampliar, para producir más, o para contratar más gente, te digo que no. Pero no porque no quiera que a alguien le vaya bien, sino porque no están las condiciones dadas que me permitan sentir un escenario estable.
GZ