Un estudio clínico realizado por investigadores argentinos confirmó que los ácidos grasos omega-3 pueden ser un aliado clave en el tratamiento complementario de la hipertensión arterial y la inflamación crónica, dos de los principales desafíos de la salud cardiovascular.
La investigación, denominada OMECARDIO, fue desarrollada por equipos del Centro Médico Santa María de la Salud, el Hospital Universitario Austral y el Instituto BIOMED (UCA-CONICET). El ensayo, randomizado, doble ciego y controlado con placebo, evaluó a 130 pacientes adultos con hipertensión y dislipidemia bajo tratamiento médico estable.

Durante 12 semanas, los voluntarios fueron divididos en dos grupos: uno recibió placebo y el otro consumió diariamente dos cápsulas de omega-3 de alta pureza (1 gramo cada una, con proporción EPA:DHA de 1,2:1). Los resultados fueron contundentes: quienes recibieron omega-3 lograron una reducción significativa de la presión arterial, la inflamación y la rigidez vascular.
Las mediciones incluyeron controles en consultorio, monitoreo ambulatorio de 24 horas, presión aórtica central, rigidez arterial y biomarcadores de inflamación. Además, el tratamiento fue bien tolerado y no se reportaron efectos adversos relevantes.
“Los hallazgos sugieren que la incorporación de omega-3 junto a la medicación habitual podría ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo cardiovascular y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, explicó Carol Kotliar, investigadora principal del estudio y miembro del CONICET.

El trabajo también plantea que el omega-3 no debe ser considerado como un suplemento universal, sino como una herramienta estratégica para determinados subgrupos de pacientes con perfiles inflamatorios específicos. Incluso, los investigadores destacaron posibles beneficios sinérgicos al combinarlo con tratamientos convencionales como estatinas.
El estudio cumplió con todos los estándares nacionales e internacionales, fue aprobado por ANMAT y avalado por un Comité Ético del Ministerio de Salud. Además, sus resultados ya fueron presentados en congresos de alto prestigio, entre ellos el Congreso Europeo de Hipertensión Arterial en Milán, el Congreso Mundial de Cardiología y la Sociedad Europea de Cardiología en Madrid.