
Los perros no tienen cetro ni corona, pero poseen una habilidad única para conquistar corazones como pocos seres en el planeta. Todos ellos hacen del mundo un lugar mejor, aunque no todos cuentan con un hogar permanente. En el Día Mundial del Perro Adoptado, nuevas investigaciones ponen en primer plano los desafíos que enfrentan los animales sin hogar y la importancia de que encuentren una familia definitiva y un hogar responsable.
Conscientes de esta realidad, una compañía líder mundial en nutrición y cuidado de mascotas, se unió a expertos y organizaciones de bienestar animal para crear el “State of Pet Homelessness Project” (Proyecto sobre el Estado de las Mascotas sin Hogar), una iniciativa global que busca dimensionar la falta de hogar entre las mascotas y comprender los factores que llevan a que perros y gatos vivan en la calle o en refugios.
Hasta el momento, el proyecto realizado en 20 países reveló la magnitud del problema: casi el 35% de los perros y gatos no tienen un hogar. En total, se estima que 143 millones de perros viven en la calle y otros 12 millones esperan ser adoptados en refugios y hogares de tránsito.
“Todos los perros merecen un hogar amoroso y responsable. Hoy, nuestros informes muestran que una de cada tres mascotas aún no lo tiene, pero esa realidad puede cambiar. Los datos buscan sentar una base para inspirar acciones concretas para que cada vez más animales accedan a una familia. Asimismo, se pone en relieve la necesidad de un trabajo mancomunado con distintos actores de la sociedad para promover políticas públicas e iniciativas cada vez más inclusivas con las mascotas y de educación y tenencia responsable”, explica Romina Ferreyra, Head de Asuntos Corporativos para Mars South Latam, sobre este estudio.
Diversos estudios realizados en los últimos 40 años coinciden en que tener un perro en casa no solo aporta compañía y puede cambiar la vida de ambos, sino también múltiples ventajas para la salud física y emocional. Entre ellas se destacan:
La tenencia de perros se ha asociado con un 24% menos de riesgo de muerte a largo plazo, en comparación con los no propietarios.
Debido al aumento asociado de la actividad física y el apoyo social, las investigaciones sugieren que los tutores de perros, especialmente aquellos en hogares individuales, tienen mejores resultados después de sufrir un evento cardiovascular importante, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Las mascotas pueden proporcionar alivio del estrés y apoyo emocional para los niños. Las Interacciones con perros reducen la hormona del estrés cortisol.
Los adultos con mascotas tienen respuestas fisiológicas más saludables al estrés, incluyendo una menor frecuencia cardíaca basal y presión arterial, y menos reactividad cardiovascular a factores de estrés leves.
Se ha demostrado que la tenencia de mascotas ralentiza el desarrollo o la progresión de la hipertensión en adultos mayores. Para los adultos mayores, un fuerte vínculo entre mascotas y dueños se ha asociado con niveles más bajos de soledad y aislamiento social.
Las interacciones de los estudiantes universitarios con perros de terapia pueden servir como una herramienta de manejo del estrés para los universitarios y ayudar a aumentar su atención y memoria.
Apoyo emocional en casos de duelo o pérdidas familiares.
Mejora de la autoestima y la empatía en los más pequeños.
Además, los perros de asistencia cumplen un rol clave en programas terapéuticos, ayudando a personas con distintas condiciones de salud y emocionales.