26/09/2025 - Edición Nº962

Internacionales

Crisis en Nepal

Juventud nepali exige justicia tras protestas que dejaron 74 muertos

23/09/2025 | La primera ministra interina Sushila Karki enfrenta presiones para cumplir con reformas y convocar elecciones en medio de un panorama político tenso.



Nepal atraviesa una de las crisis políticas más graves de su historia reciente. La renuncia del primer ministro K.P. Sharma Oli, forzada por protestas juveniles masivas, dejó al país sumido en el caos. Las manifestaciones, que comenzaron a principios de septiembre, fueron desencadenadas por una serie de medidas gubernamentales impopulares, incluyendo la prohibición de redes sociales y acusaciones de corrupción generalizada.

La violencia resultante de estas protestas dejó un saldo de 74 muertos y más de 2.100 heridos, según fuentes oficiales. Jóvenes activistas, especialmente de la Generación Z, jugaron un papel crucial en la movilización, exigiendo justicia y reformas estructurales. Las manifestaciones se intensificaron rápidamente, con edificios gubernamentales siendo atacados y saqueados, y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que resultaron en numerosas víctimas.


Un manifestante se sube a un vehículo y ondea una bandera frente al Parlamento en Katmandú, durante una protesta contra la corrupción y el bloqueo de redes sociales, el 8 de septiembre de 2025.

En respuesta a la crisis, el presidente de Nepal nombró a Sushila Karki como primera ministra interina. Karki, exjueza del Tribunal Supremo y reconocida por su lucha contra la corrupción, asumió el cargo con el compromiso de restaurar el orden y convocar elecciones en marzo de 2026. Sin embargo, su gobierno enfrenta una presión significativa para abordar las demandas de los manifestantes, que incluyen la detención de funcionarios corruptos, la eliminación de burócratas políticamente conectados y una investigación imparcial sobre las muertes ocurridas durante las protestas.

La situación se complica por la resistencia de figuras políticas establecidas, como K.P. Sharma Oli y Sher Bahadur Deuba, quienes aún mantienen influencia en el parlamento y las instituciones clave. Además, la economía de Nepal, que ya enfrentaba desafíos antes de la crisis, ha empeorado debido a la inestabilidad política, con una caída en el turismo y la inversión extranjera.


Mujeres se reúnen junto a flores en señal de duelo, recordando a las víctimas de las recientes protestas en Nepal.

Analistas advierten que el tiempo es esencial para evitar una escalada de la violencia. Si el gobierno interino no cumple con las reformas prometidas o si las elecciones se retrasan, existe el riesgo de que las tensiones aumenten y se produzcan nuevos brotes de violencia. La comunidad internacional observa de cerca los desarrollos en Nepal, preocupada por las implicaciones regionales de la crisis.

La situación en Nepal sigue siendo incierta, y el camino hacia la estabilidad dependerá de la capacidad de las autoridades para responder a las demandas de la juventud y garantizar un proceso electoral transparente. La mirada de la población y de la comunidad internacional está puesta en los próximos meses, que serán clave para definir si el país logra superar esta crisis histórica sin mayores enfrentamientos.