26/09/2025 - Edición Nº962

Internacionales

Cooperación militar

México y Haití: el inesperado acuerdo militar que desafía al crimen organizado

24/09/2025 | El curso de ocho semanas refuerza la seguridad de Haití, donde las pandillas controlan gran parte de Puerto Príncipe.



México ha dado un paso inédito en su política exterior al ofrecer entrenamiento a 143 soldados haitianos, en un contexto en el que Haití enfrenta una de las crisis de seguridad más graves de su historia reciente. La formación incluyó tanto a 128 hombres como a 15 mujeres, quienes recibieron instrucción durante ocho semanas en territorio mexicano, con el objetivo de fortalecer las capacidades de las fuerzas armadas haitianas frente al avance del crimen organizado.

El programa surge como parte de un acuerdo bilateral que busca apoyar a Haití en la reconstrucción de sus instituciones de defensa, desmanteladas en la década de los noventa y reinstauradas en 2017. La decisión se enmarca también en el interés de México por consolidar su papel como actor regional en materia de seguridad, en momentos en que la comunidad internacional observa con preocupación la expansión de las pandillas en el país caribeño.

Un curso integral de formación

Los soldados haitianos recibieron instrucción en defensa personal, tiro, disciplina militar y derechos humanos, un aspecto que México consideró esencial para garantizar que las futuras operaciones se realicen dentro de los marcos legales y humanitarios. La capacitación buscó crear una base sólida de soldados capaces de responder a situaciones de emergencia con profesionalismo y respeto a la población civil.

El entrenamiento fue diseñado con una perspectiva práctica, adaptada a las condiciones de inseguridad que vive Haití. Los instructores mexicanos transmitieron técnicas de patrullaje urbano, control de multitudes y reacción rápida frente a ataques armados, teniendo en cuenta que en Puerto Príncipe los grupos criminales poseen armamento de alto poder y dominan aproximadamente el 90% del territorio urbano.

Contexto histórico y político

Haití disolvió sus fuerzas armadas en 1995 tras el golpe contra el expresidente Jean‑Bertrand Aristide, lo que dejó al país sin una estructura militar durante más de dos décadas. Su reinstauración en 2017 respondió a la necesidad de enfrentar amenazas internas y externas, aunque la falta de recursos y preparación limitó desde el inicio su capacidad de acción.

El asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 precipitó el colapso de la autoridad estatal, abriendo paso a que las pandillas tomaran control de barrios enteros, rutas de comercio y puertos estratégicos. En este escenario, la reactivación del ejército haitiano ha sido vista como una herramienta clave, aunque insuficiente si no se acompaña de apoyo internacional sostenido.

Presencia internacional y desafíos

A la par de este entrenamiento, Haití cuenta con el despliegue de una fuerza multinacional liderada por Kenia, enviada con aval de Naciones Unidas para estabilizar el país. Sin embargo, sus operaciones han enfrentado serias dificultades, entre ellas la falta de personal suficiente y la resistencia de los grupos armados, que mantienen un férreo control de las calles.

México, con esta iniciativa, busca complementar dichos esfuerzos y enviar un mensaje político de compromiso regional. La colaboración se inscribe también en una estrategia diplomática de acercamiento a los países del Caribe, donde la influencia de actores externos como Estados Unidos y la ONU no ha logrado frenar la escalada de violencia.

Impacto regional y proyecciones

La participación de México en la formación de soldados haitianos representa un gesto de solidaridad y liderazgo regional, pero también abre interrogantes sobre la capacidad real de estos efectivos para marcar una diferencia en el terreno. Expertos señalan que, aunque el curso fortalece la moral y disciplina de los reclutas, se necesitarán años de entrenamiento y equipamiento constante para contrarrestar a grupos criminales fuertemente armados.

En paralelo, la violencia en Haití ya tiene repercusiones en toda la región, generando oleadas migratorias hacia República Dominicana, Bahamas y Estados Unidos. La estabilidad haitiana se ha convertido, por lo tanto, en un tema de seguridad hemisférica, donde la acción de México puede verse como un primer paso hacia un mayor involucramiento de América Latina.

Apoyo internacional 

La decisión de México de entrenar a soldados haitianos tiene un alto contenido simbólico y estratégicoEs probable, en un 70%, que esta acción fortalezca el papel de México como mediador regional, mostrando capacidad de respuesta frente a crisis internacionales cercanas. No obstante, el impacto inmediato en Haití será limitado, ya que los problemas estructurales del país requieren un esfuerzo internacional mucho más amplio y sostenido.

De cara al futuro, el éxito de esta medida dependerá de si México logra articular alianzas con otros países de la región y con organismos internacionales. Solo con un enfoque multilateral será posible revertir el control de las pandillas y abrir un camino de estabilidad para el pueblo haitiano.

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