11/11/2025 - Edición Nº1008

Internacionales

Crisis política

Sadiq Khan y las acusaciones de encubrimiento: ¿qué sucede en Londres?

24/09/2025 | El alcalde enfrenta pedidos de renuncia tras nuevas acusaciones sobre redes de explotación infantil ignoradas por las autoridades.



El alcalde de Londres, Sadiq Khan, atraviesa una fuerte crisis política tras ser señalado de minimizar denuncias de explotación sexual de menores y de supuestamente obstaculizar investigaciones oficiales. Las críticas crecieron en los últimos días luego de que el ex detective Jon Wedger, condecorado durante su paso por la Policía Metropolitana, asegurara que el silencio institucional permitió que estas prácticas se mantuvieran durante décadas en la capital británica.

Wedger afirma que durante su carrera detectó redes que captaban niñas de entre 9 y 14 años en barrios como Haringey, Tower Hamlets, Croydon y Westminster. Según sus registros, las menores eran intercambiadas por drogas en casas clandestinas, trasladadas a hoteles del centro y hasta ofrecidas en restaurantes exclusivos por sumas que llegaban a las 2.000 libras. En Haringey, el exagente identificó a más de 50 víctimas potenciales, seis de ellas en estado crítico. Sin embargo, asegura que al intentar elevar sus hallazgos a sus superiores se topó con obstáculos y amenazas.


Sadiq Khan, alcalde de Londres, enfrenta una fuerte crisis política tras las denuncias de encubrimiento de abusos sexuales contra menores en la capital británica.

Los señalamientos apuntan a un patrón de encubrimiento. Wedger sostiene que varios de sus informes fueron censurados y que recibió advertencias de perder su empleo, su vivienda e incluso la custodia de sus hijos si continuaba con sus denuncias. También presentó documentos de la época, incluidos reportes oficiales y su cuaderno de servicio, que forman parte de una investigación independiente abierta en 2022.

La polémica creció cuando se reveló que Khan rechazó financiar una pesquisa independiente estimada en 4,5 millones de libras, pese a los reiterados pedidos de la Asamblea de Londres. En febrero, en una sesión especialmente tensa, la concejal Susan Hall lo interrogó nueve veces sobre el tema sin obtener respuestas concretas.

El debate político se intensificó. Dirigentes opositores calificaron las revelaciones como «demoledoras» y reclamaron la renuncia del alcalde. Desde distintos sectores se exige que se aclare si existió negligencia o un encubrimiento deliberado que permitió prolongar la explotación. Sobrevivientes de abusos también se sumaron a las críticas, señalando la falta de empatía de las autoridades frente a un problema que lleva años afectando a niñas y adolescentes en el Reino Unido.

Los casos de explotación infantil y grooming en distintas ciudades británicas han sido objeto de investigaciones parlamentarias y comisiones independientes desde principios de los 2000. Escándalos como los ocurridos en Rotherham y Rochdale -donde se documentaron más de 1.400 víctimas en un lapso de 16 años- expusieron fallas profundas en los sistemas de protección infantil y en la respuesta de las fuerzas de seguridad. Estos antecedentes demostraron cómo la combinación de silencio institucional, miedo político y estigmatización comunitaria favoreció la continuidad de los abusos.

La situación londinense reaviva un debate que trasciende fronteras. Organismos internacionales de derechos humanos han advertido que la trata de menores con fines sexuales es un fenómeno global que afecta a millones de niños y niñas cada año, con redes que operan en paralelo a estructuras legales y que a menudo encuentran resquicios en la falta de coordinación entre autoridades.

Hoy, el futuro político de Khan queda atado a su capacidad de dar explicaciones claras y a las posibles medidas que adopte el gobierno central para esclarecer las acusaciones. Mientras tanto, las víctimas y sus familias vuelven a exigir justicia, temiendo que la historia se repita como en los casos más oscuros de la última década en el Reino Unido.