
La Asamblea General de las Naciones Unidas fue escenario de un hecho histórico el 23 de septiembre: por primera vez en casi seis décadas, un presidente sirio intervino en este foro global. El encargado de hacerlo fue Ahmad al‑Sharaa, quien asumió el poder tras la salida de Bashar al‑Assad en diciembre de 2024, luego de una prolongada guerra civil que marcó al país.
En su discurso, al‑Sharaa afirmó que Siria está “recuperando su lugar legítimo entre las naciones” y subrayó la necesidad de reconstruir la confianza internacional. Su intervención buscó transmitir un mensaje de apertura diplomática y de retorno a la vida institucional global, después de años en los que el país permaneció bajo un fuerte aislamiento.
El hecho de que un mandatario sirio se dirija a la ONU marca una ruptura simbólica con la era Assad, en la que el país enfrentó sanciones internacionales, denuncias por violaciones a los derechos humanos y aislamiento político. El relevo en el poder, con al‑Sharaa como nuevo líder, ha despertado expectativas sobre una posible normalización de las relaciones internacionales y un camino hacia la estabilización interna.
La intervención buscó enviar una señal de legitimidad y de disposición a dialogar con otros países, aunque persisten dudas sobre la capacidad real del nuevo gobierno de implementar cambios profundos en medio de un contexto todavía frágil.
La presencia de al‑Sharaa fue recibida con atención por delegaciones que ven en su ascenso la oportunidad de abrir un nuevo capítulo en la relación con Siria. No obstante, algunos sectores de la comunidad internacional mantienen una postura cautelosa y recuerdan que las promesas deberán ser acompañadas por reformas concretas en el terreno de los derechos humanos, la gobernanza y la justicia transicional.
Por ahora, el discurso se interpreta más como un gesto diplomático que como una garantía de cambios inmediatos. La comunidad internacional observa con prudencia si las palabras pronunciadas en Nueva York se traducen en hechos verificables dentro de Siria.
El presidente Ahmed al Sharaa es el primer dirigente sirio en pronunciar un discurso ante la Asamblea General desde 1967.#UNGA #UNGA80 pic.twitter.com/YUHRih3PoW
— Noticias ONU (@NoticiasONU) September 24, 2025
El retorno de Siria al escenario de la ONU, representado por la intervención de al‑Sharaa, tiene una alta probabilidad (85%) de consolidarse como un hito simbólico en la política exterior del país. Sin embargo, la verdadera medida del cambio dependerá de las reformas internas y de la capacidad del nuevo gobierno para articular consensos regionales e internacionales.
El discurso fue un primer paso hacia la reinserción de Siria en el orden global, pero su impacto real quedará determinado por la evolución de la situación interna y la disposición de los actores internacionales a acompañar el proceso.